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Miles de personas se dieron cita hoy en las calles de Nueva York para vitorear a las jugadoras de la selección de futbol de Estados Unidos, que el viernes se coronaron campeonas del mundo por tercera ocasión.
El desfile fue histórico por partida doble: fue el primero organizado jamás en la ciudad para un equipo atlético de mujeres, y también el único hasta el momento dedicado a una selección nacional de futbol, lo que marca un cambio notable en la cultura de Estados Unidos.
Durante una hora a partir de las 11:00 horas locales, el equipo de 23 jugadoras recorrió las calles del extremo sur de Manhattan a bordo de cuatro autobuses descubiertos, desde donde saludaban a la multitud y compartían su algarabía.
En otro de los autobuses viajaba el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y su esposa, así como Carli Lloyd, la jugadora más valiosa del torneo. En ese autobús, además, fue desplegado el trofeo obtenido por el equipo tras su victoria de 5 a 2 contra Japón.
En medio de carretadas de confeti y papel picado lanzados desde edificios, y de la música de una banda de marcha, el desfile fue la coronación de un campeonato que atrajo durante la final a 27 millones de espectadores de televisión, un récord para un juego de futbol en la historia de Estados Unidos.
La celebración, en la que destacó la presencia de miles de niñas y de jóvenes mujeres, terminó con una ceremonia presidida en el atrio del ayuntamiento de la ciudad, en que el alcalde De Blasio les entregó a cada una de las jugadoras las llaves de la ciudad.
“Cuando trajeron a casa este trofeo, también trajeron un mensaje sobre el poder de las mujeres, sobre la fortaleza de las mujeres y sobre la necesidad de crear una sociedad más igualitaria para todos” , enfatizó De Blasio.
El alcalde apuntó que el triunfo histórico de la selección femenil de Estados Unidos subrayó el verdadero significado de creer en un solo equipo y de ser una nación unida.
Una de las jugadoras más representativas del equipo, Abby Wambach, indicó que el que desfile en honor al equipo era una de las mejores experiencias de su vida.
“En mi opinión, todas las mujeres en este podio creyeron en un sueño durante toda la Copa del Mundo, y ganamos esa Copa porque ninguna de nosotras nunca dejó de creer, y ustedes tampoco deben hacerlo” , expresó.
