Después del quarterback, la posición más importante para la mayoría de las franquicias en la NFL es la de receptor.

Basta recordar que 21 receptores fueron seleccionados en la primera y segunda rondas en los Drafts de 2014 y 2015, incluidos los picks cuarto y séptimo globales.

Cinco receptores fueron tomados en la primera ronda en 2014 y seis en 2015; hubo siete de segunda ronda en 2014 y tres más en 2015.

Nombres como los de Odell Beckham Jr., Sammy Watkins, Amari Cooper, Mike Evans, Kelvin Benjamin, Jarvis Landry, Brandin Cooks y Allen Robinson vienen a la mente. Todos tienen al menos una campaña de mil yardas.

Beckham Jr., de los Giants, tuvo 96 recepciones para mil 450 yardas y 13 touchdowns en 2015. Beckham, quien sumó mil 305 yardas como novato en 2014, tiene 2 mil 755 yardas, con las que supera a Randy Moss con la mayor cantidad de yardas por recepción tras dos temporadas en la NFL.

Hopkins tuvo un récord personal con mil 521 yardas en 2015. En tres temporadas, Hopkins ha acumulado 3 mil 533 yardas, uniéndose a Moss como los únicos jugadores en la historia de la liga en registrar 3 mil 500 yardas antes de los 24 años.

Robinson, quien tuvo 80 recepciones, mil 400 yardas y 14 touchdowns con los Jaguars en 2015, se convirtió en el jugador más joven en la historia de la NFL en registrar al menos mil 400 yardas por recepción y 14 touchdowns en una sola temporada. La marca la logró a los 22 años y 132 días.

Es la naturaleza del juego. El ataque aéreo es el modus operandi de la NFL en estos días y, obviamente, el complemento para un quarterback franquicia es un buen cuerpo de receptores.

“HAPPY PASS”

La campaña 2015 dejó algunas estadísticas que ahora ocupan un lugar en el libro de récords de la NFL: el 63% de pases completos y los 842 envíos de touchdown superaron las marcas de 2014 (62.6% y 807, respectivamente).

Los 256 partidos de campaña regular promediaron 487.7 yardas aéreas por juego, un nuevo récord que supera las 473.6 en 2014.

Las yardas por pase completo fueron, en promedio, 7.25, cifra que mejoró las 7.21 en 2014.

En cuanto a los receptores, siete atraparon por lo menos 100 pases en 2015: Antonio Brown de Pittsburgh (136), Julio Jones de Atlanta (136), DeAndre Hopkins de Houston (111), Jarvis Landry de Miami (110), Larry Fitzgerald de Arizona (109), Brandon Marshall de los Jets (109) y Demaryius Thomas de Denver (105), la segunda mayor cantidad en una temporada (9 en 1995).

Cuatro receptores tuvieron por lo menos mil 500 yardas en 2015: Jones (mil 871), Brown (mil 834), Hopkins (mil 521) y Marshall (mil 502), lo que igualó la mayor cantidad en una temporada (1995 y 2014).

Brown y Jones empataron en el liderato de la NFL con 136 recepciones, la segunda mayor cantidad en una sola temporada en la historia de la NFL (Marvin Harrison tuvo 143 en 2002).

Brown, líder de la liga con 129 recepciones en 2014, tiene 265 en las últimas dos temporadas, con las que superó la marca de Harrison (252 entre 2001 y 2002) en un lapso de dos años.

Brown (136 recepciones para mil 834 yardas) y Jones (136 recepciones para mil 871 yardas) son los primeros jugadores en la historia de la NFL que atrapan al menos 125 balones y suman mil 800 yardas en una temporada.

OPCIONES EN EL DRAFT

A diferencia de los dos años anteriores, el Draft 2016 no ofrece un abanico tan amplio de receptores que puedan ofrecer un impacto inmediato en la NFL. Al menos no en el papel.

Sólo Laquon Treadwell, de Mississippi, parece ser una legítima opción en primera ronda este año.

“Tiene muy buenas manos, es agresivo en el aire y sabe bloquear”, dijo Mike Mayock, de NFL Network, cuando se le preguntó sobre Treadwell. “No creo que sea tan explosivo como algunos receptores de primera ronda que hemos visto en los últimos años. Yo lo compararía más con Alshon Jeffery [de Chicago]”.

Treadwell tiene todo el talento para convertirse en un receptor estrella en la NFL. Necesitará tiempo para aprender una ofensiva profesional, pero nada que no hayan experimentado otros receptores novatos.

En 2014 se fracturó el peroné y sufrió luxación de tobillo en un juego contra Auburn y algunos scouts creen que no se ve tan rápido después de esas lesiones.

En 2015, su último año en Mississippi, Treadwell atrapó 82 pases para mil 153 yardas y 11 touchdowns.

Dos o tres receptores más podrían escuchar su nombre en la parte final de la primera ronda, entre ellos Michael Thomas (Ohio State), Josh Doctson (TCU), Corey Coleman (Baylor) y Tyler Boyd (Pittsburgh).

Coleman intriga a más de un scout. En tres años en Baylor jugó en 35 partidos, 28 como titular, y sumó 173 recepciones, 3 mil yardas y 33 touchdowns.

Por su velocidad, es más bien visto como un receptor para el “slot” en cuanto ingrese a las filas profesionales.

A menos que seas los Patriots, ganar un Super Bowl con una ofensiva aérea prominente como argumento no es algo que funcione como regla en la NFL, pero el receptor es una pieza importante en la liga estos días y por lo tanto su demanda en el Draft seguirá al alza.

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