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Durante la transmisión del juego entre Jets y Bills, en Fox Sports, comenté que Peyton Manning no volvería a lanzar un pase con el uniforme de los Broncos de Denver. Qué equivocado estaba.
Después de seis partidos en la lista de inactivos, Manning finalmente regresó a la banca de los Broncos -como suplente de Brock Osweiler- para el importante duelo divisional ante los Chargers.
Tras la derrota de los Patriots ante Dolphins, un triunfo de Denver mandaría a los Broncos al primer lugar en la siembra de la AFC, dándole al equipo del coach Gary Kubiak derecho a jugar toda la postemporada en casa por tercera ocasión desde 2012.
Bajo el mando del joven Osweiler, la ofensiva de los Broncos inició el partido de manera brillante, y en dos jugadas Mile High ya celebraba el primer touchdown.
Pero en los siguientes cinco drives, Denver entregó el balón en cuatro ocasiones: dos fumbles y dos intercepciones. Ninguno fue culpa de Osweiler, pero cuando la segunda mitad inició con otro fumble, Kubiak sabía que debía hacer un cambio. Así que mandó a su suplente de lujo.
Manning comandó seis ofensivas (incluida la última del partido, con la que los Broncos únicamente consumieron el último minuto y 40 segundos) y cuatro de ellas terminaron en puntos para Denver, con dos touchdowns y dos goles de campo.
Manning, quien aún no está 100% recuperado de una lesión en la planta del pie, completó 5 de 9 para 69 yardas, sin touchdowns ni intercepciones. No son números espectaculares, pero sí suficientes para poner a pensar a Kubiak.
El coach de los Broncos tiene dos semanas para determinar quién será su quarterback en los Playoffs.
“No creo que tengamos incertidumbre”, dijo Kubiak. “Sólo encontramos la manera, como equipo, de tener éxito”.
Sea quien sea el quarterback en Denver, los Broncos son el equipo a vencer en la AFC por dos simples razones: su defensiva y el ataque terrestre.
La defensa de Denver es la mejor de la NFL (primera en yardas, primera contra el pase y tercera contra la carrera) y la ofensiva terrestre de los Broncos promedia 142.3 yardas en las últimas tres semanas, gracias a las 210 que acumularon ayer ante San Diego, incluidas 117 de Hillman y 95 de C.J. Anderson.
En la campaña regular, los Broncos derrotaron 30-24 a los Patriots y cayeron 34-27 ante los Steelers, pero eso fue en Pittsburgh. Denver perdió dos juegos en casa, ambos divisionales, ante Kansas City (29-13) y Oakland (15-12).
Manning no iniciaba un partido como suplente desde su año de novato en la universidad de Tennessee, cuando suplió al lesionado Todd Helton ante Mississippi State, en septiembre de 1994.
Pese a sufrir 17 intercepciones en apenas nueve juegos y medio, Manning (11-13 en Playoffs) y Ben Roethlisberger (10-5) hacen más interesante y competitiva la contienda en la AFC. Además de Tom Brady (21-8), los otros quarterbacks titulares en los Playoffs podrían ser A.J. McCarron (Cincinnati), Brian Hoyer (Houston) y Alex Smith (Kansas City). Sólo Smith tiene experiencia en postemporada, y su récord es de 1-2.
NO ES POR ASUSTARTE, PERO...
Después de todo lo sufrido en la campaña regular, Steelers y Patriots entran a los Playoffs con más bajas.
DeAngelo Williams se lesionó el tobillo derecho ayer en Cleveland y al final del partido tenía una bota. Será hoy cuando los Steelers tengan la certeza si van a poder contar o no con Williams, quien tiene 907 yardas y 11 touchdowns por tierra, en sustitución de Le’Veon Bell.
Al igual que la campaña pasada, Pittsburgh podría perder a su corredor titular en la Semana 17. Hace un año, los Steelers derrotaron 27-17 a Cincinnati en el último juego del calendario regular, pero perdieron en el Wild Card 30-17 ante los Ravens, en un partido en el que sólo generaron 68 yardas y cero touchdowns por tierra.
Sin Williams disponible, ayer Pittsburgh tuvo que correr el balón con Fitzgerald Toussaint, quien llevó el balón 12 veces y generó 24 yardas.
Toussaint pasó las primeras 10 semanas en la escuadra de prácticas; después de una semana en la que fue puesto en la lista de inactivos, finalmente jugó en la Semana 12. En la campaña tiene 18 acarreos y 42 yardas.
Por más espectacular que sea el ataque aéreo de Pittsburgh, Ben Roethlisberger necesita ayuda en el backfield. Lanzar tanto el balón tiene sus riesgos, y el “Big Ben” ha sufrido 7 intercepciones en cuatro semanas.
Para los Patriots la cosa podría ser más dramática, porque el lesionado en Nueva Inglaterra es Tom Brady. El estelar quarterback apenas podía caminar al final de su conferencia de prensa, con una aparente lesión en el tobillo derecho.
Brady fue maltratado una y otra vez ayer en Miami. Fue capturado sólo dos veces, pero golpeado otras 6, incluidos tres “cariñitos” de Olivier Vernon y dos más de Ndamukong Suh.
“Estoy muy adolorido”, dijo Brady. “Pero voy a estar bien”.
Brady, quien se dobló el tobillo tras un golpe de Suh, fue mandado a la banca tras una captura a cinco minutos del final del juego.
Brady completó 12 de 21 para 134 yardas, lo más bajo en la campaña, y se quedó sin pase de touchdown, también por primera ocasión en la temporada.
Suerte que los Patriots tienen una semana extra de descanso.
¿CÓMO LE HIZO CINCINNATI?
Los Bengals aún no saben si van a tener de regreso a Andy Dalton (pulgar) cuando comiencen los Playoffs.
Aunque Dalton está 0-4 en postemporada, créeme que los fans de Cincinnati se sentirían más confiados para el duelo ante Pittsburgh con Dalton que con el joven A.J. McCarron.
Ayer, los Bengals, con McCarron en los controles, no pudieron convertir un solo tercer down en nueve oportunidades ante Baltimore.
Según STATS, es la primera ocasión que Cincinnati gana un partido sin convertir un solo tercer down desde 1995, cuando vencieron 24-21 a Indianapolis en tiempo extra.
Curioso, pero en ese juego también se fueron 0 de 9.
¿EL EQUIPO A VENCER EN LA NFC?
La semana pasada, después de la paliza que le propinaron a Green Bay, muchos pensaron que los Cardinals eran el equipo a vencer en la NFC. Pero ayer Arizona fue humillado en casa, 36-6 por Seattle.
Carolina jugará todos los Playoffs en casa, pero Cardinals y Seahawks han demostrado que pueden ganar donde sea. Arizona y Seattle son los únicos equipos en la NFL ubicados en el top 5 en cuanto a ofensiva y defensiva total.
Lo de Russell Wilson no es poca cosa.
Muchos creemos que Cam Newton merece ser nombrado MVP, pero Wilson debe estar en la terna.
Wilson lanzó tres pases de touchdown, sin intercepciones, en el triunfo de los Seahawks en Arizona. El quarterback de Seattle lanzó 24 envíos de anotación y una sola intercepción en los últimos siete juegos de la campaña regular. Según estadísticas de la propia NFL, Wilson es el primer jugador de la historia de la liga con al menos 24 pases de touchdown y cero o una intercepción en un lapso de siete partidos de una misma campaña.
Wilson, quien pasó para 4 mil 24 yardas, terminó con 34 touchdowns y 8 intercepciones. Su rating de 110.1 fue el más alto de la NFL.
Newton también escribió su nombre en el libro de récords de la NFL. Con sus dos pases de touchdown y dos carreras de anotación ante Tampa Bay, el electrizante quarterback de Panthers llegó a 31 partidos con al menos un pase de touchdown y otro por tierra, con lo que empató el récord de Steve Young. La pequeña diferencia es que Newton lo logró en 78 juegos, mientras a Young le tomó 169 partidos para llegar a esa plusmarca de la NFL.
Newton terminó la temporada con 35 envíos a las diagonales y 10 touchdowns por tierra, convirtiéndose en el primer jugador de la historia con al menos 30 pases de anotación y 10 carreras de touchdown en una misma campaña.
Olviden a Brady. Uno de estos dos chicos deben ser nombrado el MVP.
LA DEBACLE DE GREEN BAY
Los Packers no fueron capaces de derrotar a los Vikings y por ello cayeron a la quinta posición en la siembra de la NFC. La próxima semana deben jugar en Washington, en uno de los Wild Cards.
Green Bay perdió seis de los últimos 10 juegos de la temporada, incluidos cuatro en Lambeau Field.
En los tres más recientes, incluido el de anoche ante Minnesota, Aaron Rodgers (6-5 en Playoffs) sólo tiene tres pases de touchdown y tres intercepciones, además de haber sido capturado 15 veces. Arizona se despachó con 8 hace dos semanas y los Vikings lo atraparon detrás de la línea de golpeo otras cinco ocasiones.
Los Packers visitan a Washington, equipo al que muchos consideran el más débil en la NFC, pero no hay que tomar a la ligera a los Redskins. ¿La razón? Kirk Cousins.
Cousins rompió el récord de la franquicia, en poder de Jay Schroeder (1986), de más yardas por pase en una campaña, con 4 mil 166.
Cousins se convirtió, además, en el primer quarterback de Washington que lanza al menos un pase a las diagonales en todos los partidos de una campaña de 17 semanas.
Que comience el minitorneo.