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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
En una reunión de multicampeones mexicanos, Julio César Chávez se llevó el triunfo al mostrarse relajado y bromista con Óscar de la Hoya, Érik Morales y Marco Antonio Barrera.
Con el correr de la plática, De la Hoya le confesó a Chávez que durante la segunda confrontación que tuvieron, una derecha lo sacudió y a punto estuvo de caer noqueado.
“No sé si sepas, pero en la segunda pelea me pegaste una derecha que me aflojó las piernas. Me iba a caer, pero me dejaste ir”, reveló Óscar.
A lo que Chávez González contestó “me hubieras dicho en ese momento, ahora ya para qué”, lo que provocó las carcajadas de los asistentes.
La tertulia sirvió para analizar el pleito que mañana tendrán Saúl Álvarez y Julio César Chávez Jr.
Lógicamente Julio César Chávez tiene como ganador a su hijo. Lo único que le pide a Dios es que ambos pugilistas bajen caminando del ring. “La ventaja la tiene Junior por ser más pesado”.
El “César del boxeo” en repetidas ocasiones le dijo a De la Hoya que si él era su ídolo por qué lo derrotó en dos ocasiones.
“Este cabr... dice que soy su ídolo y me noqueó. Si el réferi no para la pelea capaz que me mata”, apuntó un ameno Chávez.
Dentro de la plática, los ex boxeadores coincidieron en que la mejor rivalidad que ha existido entre mexicanos hasta el momento, fue la de Marco Antonio Barrera con Érik “Terrible” Morales.
“Pienso que esas tres peleas que tuvimos nos catapultaron directo al Salón de la Fama”, reflexionó Morales.
Las cuatro glorias del boxeo coincidieron en que dos mexicanos arriba del ring, es sinónimo de sacrificio y saber que agotarán la última gota de sudor.