Más Información
¿Cuándo y por qué los estudiantes tendrán tres puentes en noviembre?; esto dice el calendario de la SEP
Carlos Loret y El universal presentan: “El inicio del sexenio de Sheinbaum: Expectativas y desafíos”
Claudia Sheinbaum se reúne con canciller de Panamá; recibe a la Presidenta en Aeropuerto Internacional de Tocumen
Marina destruye 6 toneladas de marihuana en Culiacán; plantío podría estar relacionado con “Los Chapitos”
Tribunal Laboral ordena liberar crédito hipotecario de pensionada; Infonavit señala que solicitud es improcedente
FGR destruye 33 autos monstruos con blindaje artesanal en Tamaulipas; pertenecían a grupos del crimen organizado
ramon.trevino@clabsa.com.mx
La vida de un luchador no termina cuando se baja del ring. Muchos regresan al gimnasio para aumentar los músculos de su cuerpo; otros, van al Performance Center porque necesitan mejorar sus técnicas de salto, y, la mayoría, se van a su casa a descansar.
Titus O’Neil sabe que, como estrella, no todo es enfrentarse a una figura distinta semana tras semana. De familia pobre, con muchas carencias en su niñez, el oriundo de Florida quiere dar lo que él nunca tuvo.
Conocido fuera de la WWE como Thaddeus Bullard, O’Neil creció sin un padre. Ese hombre abandonó a la familia tras violar a Daria, madre del luchador, con apenas 11 años de edad. El progenitor era novio de la abuela de Titus. “Amo a mi madre. Ella hizo mucho por mí”, declaró en una entrevista en 2014.
Bullard jugó futbol colegial para la Gators de Florida. Aseguró que el deporte fue lo que le ayudó a enfrentar todos sus problemas juveniles. “Crecí en un barrio donde te decían ‘Antes de que cumplas 16 años estarás en la cárcel o muerto’. Me aseguré de cambiar mi historia”.
Ahora, es papá de dos varones. “Son mi más grande inspiración. Se merecen todo en el mundo”.
A falta de una figura paterna, O’Neil mantiene una relación con diversas organizaciones de caridad con la prioridad de ayudar a jóvenes indefensos, donde las drogas y el crimen los acosa cada día.
En 2015, ganó el galardón de “Mejor Padre Celebridad”. También se ha encargado de ayudar a diversos jóvenes en su educación. “Se tiene que estudiar para sobrevivir. Los muchachos deben de salir de los problemas del vecindario, enfocarse en lo que les hace bien, continuar con sus sueños. Encontrar estabilidad”, agrega el luchador.
“La religión y política separa a la gente”, añadió el profesional de 39 años de edad. “La raza ni clase social tienen nada que ver. Las personas deben de saber que todos somos iguales”.
Con el apoyo total de los miles de jóvenes que ha ayudado, O’Neil está en camino para sobresalir en la cartelera principal de la WWE,
Otros luchadores también dedican mucho tiempo a fundaciones son Kane, John Cena y Brock Lesnar.