Madrid.— Invicto en sus últimos 35 partidos, el Real Madrid prolongó su magnífica racha sin perder con un agónico triunfo por 3-2 ante el Deportivo de La Coruña, con un nuevo gol en el tiempo de descuento de Sergio Ramos.
Después de rescatar un punto en la pasada jornada en el Clásico ante el Barcelona con un cabezazo letal, Ramos repitió ante el Deportivo para dejar en el Santiago Bernabéu los tres puntos.
En una segunda parte de múltiples vaivenes, el tanto de Ramos concluyó la remontada, que el Real Madrid inició con un afortunado gol de Mariano en el minuto 84’.
Así, los blancos, que perdían 2-1 en el 82’ por los dos goles de Joselu (63’ y 65’), sumaron un nuevo triunfo que los mantiene al frente del campeonato español que sigue pintada de blanco.
Álvaro Morata, con un remate desde afuera del área, abrió el marcador para los madridistas.
Justo antes de viajar a Japón para disputar el Mundial de Clubes, los dirigidos por Zinedine Zidane mantuvieron en seis puntos su diferencia respecto al Barcelona.
El marcador final, sin embargo, fue engañoso. Sin su famosa BBC por lesión del galés Gareth Bale y descanso del francés Karim Benzema y del portugués Cristiano Ronaldo, el Real Madrid vio reducida su capacidad de intimidación. Más ante un Deportivo que no sólo se defendió bien, sino que amenazó el arco defendido por Keylor Navas en un par de claras ocasiones.
Marca. Zinedine Zidane, con la victoria frente al Deportivo, encadenó 35 partidos sin perder con el Real Madrid y superó al holandés Leo Beenhakker, que entre el 2 de octubre de 1988 y el 9 de abril de 1989 alcanzó esa cifra de duelos (34) seguidos sin caer derrotado al frente del equipo blanco.
Luego de este compromiso, el conjunto madridista viajó a Japón para disputar el Mundial de Clubes en el que espera tener una mejor actuación para hacerse de un trofeo más y presumirlo en sus vitrinas.
Barcelona suma. El Barcelona se reencontró con la victoria después de tres empates consecutivos, al superar al colista Osasuna.
El equipo catalán aprovechó la profundidad de Jordi Alba para romper el orden defensivo de Osasuna, que sigue sin ganar en casa ni con Joaquín Caparrós, y solventar el partido en Pamplona con un gol del uruguayo Luis Suárez y dos del argentino Lionel Messi.