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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Río de Janeiro.— Siete victorias seguidas hilvanó ayer el púgil mexicano Joselito Velázquez después de la lesión en el hombro que estuvo cerca de marginarlo de los Juegos Olímpicos de Río.
La de ayer fue la más importante pues avanzó a la segunda ronda de la justa veraniega al vencer por unanimidad al argentino Leandro Blanc. El primer paso para alcanzar el sueño de una medalla olímpica.
En una jornada magra para la delegación mexicana en la que varios de sus atletas fueron eliminados, los puños de Joselito dieron esperanza a un país necesitado de triunfos.
“Esta victoria es como revivir después de todo lo que pasé para llegar aquí. Creo que de no haber tenido la lesión no estaría tan feliz ahora. Fue una pelea muy difícil, el rival estuvo más complicado de lo que pensé, pero afortunadamente le dimos la primera alegría a México”, dijo el púgil, campeón panamericano en Toronto 2015.
Con su carisma, Joselito se robó el corazón de los asistentes al pabellón seis del complejo Rio Centro, quienes corearon su nombre y el de México. Y él les respondió con certeros golpes que terminaron por minar el ímpetu de su rival sudamericano.
“En algún momento después de la lesión pensé en ya no seguir. Después de lo que me dijo el doctor y de ver que muchas personas ya no confiaban contemplé el dejar el amateurismo pero aquí sigo con mucho orgullo portando los colores nacionales”, dijo el púgil, quien volverá al ring el 8 de agosto.
Joselito, quien estuvo acompañado de sus padres en la tribuna, confesó que después del primer asalto tuvo que cambiar la estrategia pues su contrincante se quedaba parado.
“Tuve que golpear a larga distancia y manejarlo desde afuera. La fortaleza de mi rival era intercambiar golpes y afortunadamente pude descifrarla”.
Velázquez, representante nacional en la categoría de los 49 kilogramos fue el segundo competidor mexicano en acción. El primero fue Lindolfo Delgado quien sucumbió en su primer combate en la categoría de los 60 kilogramos.
