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Las Vegas.— Después de caer ante el irlandés John Joe Nevin y perder la oportunidad de alcanzar una medalla olímpica hace cuatro años, Óscar Valdez tuvo un nuevo sueño: el de alcanzar un título mundial.
Aquella derrota en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en un cerrado combate ante el europeo, puso fin a su carrera como amateur, pero dio pauta al inicio de su salto al profesionalismo con la meta clara de un día alcanzar una corona del orbe.
Este objetivo lo concretó ayer. Por fin sintió sobre su cintura el fajín pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que se encontraba vacante, luego de noquear al argentino Matías Rueda sobre el ring del MGM Grand, en el segundo round.
“Es un sueño que he tenido desde que era niño. Es el sueño de mi papá y de mi equipo de trabajo del gimnasio. Los quiero y les agradezco a todos”, expuso Valdez, conmovido hasta las lágrimas momentos después de sellar su triunfo.
“Estuvimos trabajando duro para este momento y cumplir este sueño. Fue un trabajo en equipo”, agregó.
El sonorense debutó como profesional tan sólo tres meses después de su derrota en Londres. Ahí comenzó a forjar su invicto de 19 triunfos en igual número de peleas para recibir la oportunidad titular.
Ayer se enfrentó ante otro peleador que no conocía la derrota, pero demostró que sus puños de trayectoria olímpica eran más poderosos y con más decisión para hacerse de la corona de la OMB.
Valdez tomó la iniciativa desde la primera campanada. Primero con un jab de izquierdo, seguido con otro jab de derecha, que hicieron mella sobre la integridad de Rueda.
Desde el comienzo del segundo round sangró la nariz del sudamericano. Óscar conectó certero gancho al hígado que doblegó a su rival. Le siguió otra combinación de castigos que terminó con otro upper y de nueva cuenta puso a Rueda con las rodillas sobre la lona. Ya no se levantó más.
Óscar estalló en llanto al saberse campeón mundial justo un ciclo olímpico después de quedar a un triunfo de la medalla. Esta vez no hubo necesidad de llegar a la cuestionada decisión de los jueces.