Barcelona.— El Barcelona y el Bayern Munich abrirán hoy una esperada semifinal de Liga de Campeones que ofrecerá múltiples condimentos y enfrentará a dos equipos hermanados por su estilo y filosofía.

Será el emotivo regreso de Josep Guardiola al Camp Nou, el escenario donde construyó su obra maestra como técnico azulgrana. Y también el reencuentro del entrenador con Lionel Messi, el crack al que hizo crecer. “No sé cómo celebraré los goles, no sé qué haré. Mi respeto al Barça no se expresa celebrando un gol o no. Que nadie tenga dudas: quiero ganar este partido. He venido aquí para ganar”, advirtió Guardiola en una multitudinaria rueda de prensa.

Pep destacó que su vuelta al Camp Nou no será “para recibir un homenaje”, sino para hacer su trabajo y llevar al Bayern Munich a la final de la Champions League.

Además está convencido de que la afición blaugrana lo recibirá bien, “como siempre lo ha hecho cuando he vuelto a casa”, precisó el técnico catalán. “Es inevitable, y tienen que entenderlo, no es un partido normal para mí. Pero eso no me ha despistado ni un minuto en lo que tengo que hacer para prepararlo”, resaltó.

La comparecencia de Pep inspiró a que el astro argentino Lionel Messi hiciera acto de presencia ante los reflectores, como no lo hacía desde hace casi dos años frente a los medios.

“Desde que se fue nos cruzamos una vez en una gala de FIFA. Aparte de eso, no tuvimos más contacto. Pero tuvimos una relación muy buena cuando estuvimos acá”, aseguró Me-ssi, ante unos 200 periodistas, al hablar sobre Pep. “En la etapa que estuvo Guardiola, más allá de los títulos, yo crecí y aprendí muchísimo, y ahora sigo intentando agregar cosas a mi futbol”, añadió el ídolo argentino, luego de esbozar una sonrisa.

“Tenemos ganas de enfrentar el partido por lo que significa, estar de nuevo en una final, ante un rival grandísimo”, se limitó a decir Messi, que tampoco manifestó especial ánimo de revancha contra el Bayern, por la eliminación ante los alemanes hace dos años por un global de 7-0. “Nos dolió cómo caímos en aquella semifinal, pero ya pasó mucho de eso. Ahora llegamos de forma diferente”, añadió.

En el intercambio de elogios, Guardiola dijo, sobre Lionel, que “estando como intuyo que está, no hay defensa que pueda pararle. Es imposible. No hay sistema, no hay entrenador que sirva. Es demasiado bueno”, precisó.

“Puedes intentar limitarlo de otra manera, estando cerca, con ayudas, cerrando pases interiores, pero aun así, el talento no se defiende”, prosiguió Guardiola, que nunca escatimó elogios para el astro argentino.

Messi no le regaló ninguno tan elocuente. Si acaso reconoció las virtudes del director técnico español al recordar que “lo estudia todo y no deja nada al azar”. Hoy estarán ahí, de vuelta, en el Camp Nou, pero como rivales, en una batalla digna para la nostalgia. Agencias

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