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Cualquiera que haya visto videos de aplicación de contouring puede concluir lo mismo: son fascinantes. La técnica permite realizar cambios en el rostro sin necesidad de someterse a un tratamiento invasivo como inyecciones de bótox o una cirugía plástica.
Pero hay que ser honestos: por interesante que suene, su buena aplicación exige cosas que pocos pueden tener, como un maquillista de tiempo completo y muchas horas para prepararse antes de salir al mundo. La mayoría de los tutoriales tardan aproximadamente una hora en conseguir los resultados y, para realizarlo, todas las mujeres del mundo tendrían que tener a la mano el equipo de un maquillista profesional.
Sin embargo, la técnica no deja de ser una inspiración para la versión más reciente del Prisme Visage, el emblemático cuarteto de sombras de Givenchy que cumple 27 años y demuestra que sólo hacen falta los colores correctos y una brocha para conseguir resultados espectaculares. Para desarrollar el concepto, Nicolas Degennes —director creativo de maquillaje de la casa francesa— se inspiró en el trabajo de su colega Riccardo Tisci, quien se encuentra al mando de la dirección creativa y que le ha dado a Givenchy un toque de modernidad y de glamour rockero. Es por eso que en el diseño de los empaques hay un guiño a los estoperoles y a la noche. Y, al interior, una textura satinada que promete una piel hidratada y brillante.
Cada armonía de Prisme Visage —hay siete, por lo que es fácil encontrar una opción adecuada para cada tipo de piel—consta de cuatro tonos que ayudan a iluminar, corregir, opacar y uniformar, todo depende de cómo y dónde se apliquen. Así como el contouring, pero de manera mucho más sutil y natural, este cuarteto de polvos de Givenchy ayuda a esculpir el rostro con relativa facilidad sin transformar los rasgos, sino sacando mejor partido de ellos.
