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Un par de días antes de conocer el nuevo lanzamiento de La Roche-Posay aterricé en la Ciudad de México luego de pasar un fin de semana en el sureste del país. La imagen que vi a través de la ventana al tiempo del aterrizaje fue reveladora: antes de poder apreciar la ciudad, lo primero que llama la atención es la capa grisácea y densa de los tóxicos que la cubren. Y es que, para disminuir los altos niveles de contaminación que aquejan a la capital del país, no necesitamos sólo unos días de medidas de emergencia ambiental, sino toda una serie de cambios de hábitos micro y macro para que nuestra salud no se siga afectando a diario.
Mientras conseguimos el cambio, los rayos infrarrojos y utravioleta sumados a nuestro contacto diario con el smog (que va desde el humo de un cigarro al producido por las fábricas o por los autos), dañan nuestra salud. Uno de los órganos más afectados —además de las vías respiratorias— es uno que a veces nos pasa desapercibido: la piel. El daño que provocan los factores ambientales negativos van desde la deshidratación hasta el envejecimiento prematuro. Debido a la contaminación, las pieles se vuelven ásperas, se manchan y comienzan a desarrollar una serie de arrugas que no necesariamente coinciden con la edad cronológica.
La contaminación, por supuesto, no es un problema que sólo aqueja a México. Es un problema de salud global y, debido a eso, la ciencia ha aportado soluciones que ayudan a contrarrestar los daños que causa. Para la piel, por ejemplo, los científicos de La Roche-Posay desarrollaron RedermicR, una fórmula que puede detener y prevenir el fotoenvejecimiento, es decir, al desgaste cutáneo provocado por la luz solar (que, por obra de la contaminación, llega a nosotros de una manera cada vez más fuerte y directa).
Recuperar la juventud es dejar los problemas atrás
En menos de treinta minutos todo era bosque. En el Hotel Orgánico (organicohotelboutique.com) y sus alrededores, todo lo que se ve es de color verde. Ubicado en San Miguel Ajusco, es un oasis montañés en plena Ciudad de México y resultó el escenario perfecto para la presentación de RedermicR. La Roche-Posay no se conforma con hablar de las soluciones que ofrece, sino que las pone en práctica, y eso se agradece.
Ya era suficiente con poder respirar aire puro, pero ayudar a la piel a hidratarse y regenerarse no es tan sencillo, de modo que me sometieron a un tratamiento facial oxigenante. Por medio de vapor de agua termal y del paso de esferas frías por el rostro para cerrar los poros, la piel consigue relajarse. Una parte la hace el tacto de las expertas que estimulan la circulación de la sangre con el masaje y, otro tanto, la calidad de los productos que es al mismo tiempo cosmética y con un elemento dermatológico.
Quizás un facial tan maravilloso como ése no puede realizarse a diario, pero tener un ritual casero para conseguir sus efectos es más sencillo de lo que parece. Si el problema es la aparición de arrugas o manchas en el rostro, todo lo que hay que hacer es realizarse una limpieza profunda antes de dormir y luego aplicar una capa ligera de RedermicR con un ligero masaje. Durante el sueño, el retinol —su ingrediente principal— corregirá el daño y la piel logrará recuperar tanto su salud como su fuerza.