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Hace más de 90 años que las piezas de joyería de Damiani brillaron por primera vez. La casa italiana fue fundada en Valenza —corazón de las manufacturas joyeras de Italia— y desde aquel entonces se ha mantenido como un negocio familiar. Además de la calidad de los metales y las piedras preciosas de sus colecciones, la firma se distingue por su creatividad: poseen características únicas que con los años se han convertido en el sello de la marca.
Su colección Bridal, por ejemplo, ya tiene presencia en nuestro país —a fines del año pasado fue inaugurada la boutique de El Palacio de Hierro Polanco— y sus anillos se distinguen por dos cosas: primero porque se analiza la procedencia de los diamantes antes de comprarlos (para asegurarse de que no provengan de circunstancias de conflicto) y segundo porque los joyeros ofrecen la posibilidad de grabar un mensaje personalizado en las piedras. Los anillos suelen estar disponibles en oro blanco o platino, pero bajo pedido pueden trabajarse en oro rosa o amarillo.
Ahora Damiani lanza una nueva línea en México, que toma las cortes de los zares rusos como inspiración. Fiocco es una colección de anillos, aretes y collares en forma de moño que evocan la fascinación de las dinastías de Rusia por los tesoros en oro y piedras preciosas. Todo porque el moño es uno motivo recurrente en la joyería de las cortes europeas de mediados del siglo XVII y gobernantes como Catalina II los utilizaban con frecuencia durante el día o la noche.
Por último, la boutique le dio la bienvenida a algunas piezas de relojería femenina. Los nuevos D. Lace se inspiran en la colección de joyería homónima, y los maestros de la firma los ensamblan a mano. La línea juega con círculos y la letra “D” —emblema de Damiani— en las dos versiones que posee: una con pavé de diamantes blancos y correa en negro o café y otra en oro rosa con diamantes en diversos colores.