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Siempre estuvo claro: el objetivo era revolucionar la escritura. La inspiración surgió a partir de un viaje. En 1906, un mercader y un ingeniero de origen alemán visitaron América y descubrieron innovaciones tecnológicas que los llevaron a crear una pluma fuente que no derramara tinta y además pudiera rellenarse. A Rouge et Noir no le tomó más de cuatro años posicionarse como un instrumento de escritura de lujo, y debido al crecimiento que trajo a la compañía, ésta dejó de llamarse Simplo Filler Pen Co. para cambiarse el nombre a Montblanc —la montaña más alta de Europa— para simbolizar su compromiso con la excelencia y el cuidado artesanal que pone en la producción de sus productos.
En el mundo del lujo hay pocas piezas tan icónicas como una pluma Montblanc. La estrella blanca de seis puntas que la caracteriza representa los seis glaciares de la montaña, y desde los inicios de su manufactura se transformó en el emblema de la marca. Desde entonces, Montblanc no sólo se traduce en funcionalidad, sino en una expresión del estilo. Con el tiempo, la firma de origen alemán comenzó a diversificarse e introdujo objetos de piel, que se producen en la peletería de la empresa en Florencia. Ahora, además, Montblanc se distingue por sus piezas de alta relojería, que están entre las favoritas de los coleccionistas por sus movimientos confeccionados a mano y, en particular, por sus cronógrafos.
Para conocer más sobre esta celebración y los planes de la firma en el segmento de lujo, conversamos con Olivier Laurian, Director de Desarrollo de Montblanc.
Es un año muy especial para Montblanc, ¿cómo celebran este 110 aniversario?
Sí, la marca fue creada en 1906. Tiene una larga historia, y estamos celebrando el espíritu pionero de sus fundadores, que decidieron crear una pluma fuente cuya tinta no se derramara y con ello revolucionaron la industria de la escritura. Esto fue la base de la compañía, a pesar de que el nombre de “Montblanc” le fue asignado cuatro años después, en 1910. Por eso, celebramos con nuevas colecciones de escritura, piel, joyería y relojería.
¿Todas las piezas de las nuevas colecciones se inspiran en esta celebración?
Sí, aunque diría que las más evidentes son los instrumentos de escritura. La primera colección de plumas se llamó Rouge et Noir, y eran muy parecidas a las que lanzamos ahora, a excepción del clip. Éste —en forma de serpiente— fue el primero que adoptó la marca, aunque se incorporó al modelo algunos años después. Ahora volvemos al espíritu de la primera Rouge et Noir: esta dupla de colores es algo que tiene que ver con la suerte, ¿sabes? Como cuando apuestas a negro o rojo. Lo que hicimos ahora fue reinterpretarla con nuevos materiales y tecnología, para que nuestros clientes sientan que tienen algo más que una pluma en las manos. Por ejemplo, entre sus componentes, una de nuestras plumas está hecha con un tipo de hule, así que cuando la utilizas deja cierto aroma detrás. Todo porque queremos que sea una experiencia táctil.
¿Cuál es la importancia de la serpiente en la nueva colección?
Está en nuestras piezas porque simboliza deseo, tentación, buena suerte, vida, renacimiento. Y la retomamos en nuestras ediciones limitadas, para retomar ese ícono histórico.
¿Rouge et Noir siempre se ha mantenido a la venta en el mercado internacional?
No, estuvo fuera los últimos 60 años, o algo parecido, y por eso ahora la estamos relanzando. Algo interesante es que nuestros instrumentos son unisex: pueden adaptarse a hombre y mujeres. Tenemos plumas fuente, pero también rollerball.
¿Cómo es que la marca ha logrado mantener un estilo clásico y a la vez responder al mercado actual?
¿Sabes? Creo que más que “clásico”, lo llamaría “atemporal”, porque podríamos relacionar el concepto de “clásico” con “conservador”. Los estándares de Montblanc siempre tienen que ver con la calidad: si alguien compra un producto de piel, queremos que en diez años haya mantenido su calidad. Somos una manufactura que entiende que sus clientes tienen expectativas muy altas, así que la producción de relojes, plumas y piel es artesanal.
Algunas marcas de lujo están tratando de aproximarse a un público más joven. ¿También es el caso de Montblanc?
Claro. La primera vez que compras una pieza como ésta es muy importante. Alguien que usa su primera pluma o reloj para su primera entrevista de trabajo podría sentir mucha más confianza, porque simbolizan status. Por ello, el primer instrumento de escritura importa, especialmente en el ámbito de negocios. En cuanto a relojes, hemos renovado nuestro portafolio para crear nuevos segmentos, que inician desde dos mil euros. Asimismo, hemos creado nuevas complicaciones, que puedan ser competitivas para este segmento.