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El 19 de enero de 2015, los clientes y la prensa especializada esperaban conocer la nueva propuesta masculina de Gucci, firma que tan sólo unos días antes había prescindido de Frida Giannini como directora creativa. Probablemente no sospecharon que estarían presenciando uno de los debuts más
poderosos en la moda contemporánea, ni que Alessandro Michele, quien tomó las riendas de la casa de manera oficial con ese desfile, iniciaría una revolución en el vestir.
“Fue una colección sin pretensiones y con un aire de comodidad y familiaridad. Una sucesión de piezas con una nostalgia romántica que pudieron fácilmente ser tomadas de un guardarropa vintage o, para fines similares, depositados en uno contemporáneo”, escribió Vanessa Friedman en su artículo para The New York Times.
Tras el desfile. algunos de los críticos y periodistas más influyentes de la industria, como Suzy Menkes, Eric Wilson y la propia Friedman, coincidieron en que la colección distaba mucho de lo que Giannini presentó durante sus casi nueve años al frente de la casa. Menkes, incluso, afirmó en una reseña para Vogue que Michele podría ser el tesoro escondido de la marca. Seis colecciones después y luego del lanzamiento de varios accesorios exitosos, parece tener razón.
Entre las sombras
Hasta hace unos meses, no se sabía mucho sobre Michele. Su puesto como director de accesorios en la casa italiana implicaba un trabajo detrás de los reflectores y un contacto casi nulo con prensa y celebridades. Sin embargo, una posición como ésa resulta crucial para las firmas de prêt-à-porter, pues las ventas de zapatos, bolsos y otros complementos suelen representar un porcentaje alto en los ingresos de las firmas de lujo.
Michele, de 42 años, se ha revelado poco a poco al mundo. En entrevistas para medios como Love, el creativo de cabellera larga y barba espesa aseguró que su madre trabajó durante un tiempo en Rank Films, una compañía cinematográfica que, como muchas otras en sus oficinas romanas,
giraba alrededor de los legendarios estudios Cinecittà, por lo que pudo conocer a figuras como Elizabeth Taylor. Su padre, en tanto, trabajó para Alitalia y en sus tiempos libres esculpía, por lo que la sensibilidad artística del futuro diseñador surgió muy pronto.
“Mi interés hacia la moda surgió alrededor de los 12 años, luego de escuchar a mi mamá hablar sobre Lana Turner y ver a Boy George y Morrissey en la televisión”, dijo en una entrevista a Love.
Luego de estudiar en la Accademia di Costume e di Moda, Michele trabajó en el departamento de knitwear (tejido de punto) para Les Copains y a mediados de los 90 ingresó a Fendi, donde conoció a Frida Giannini, quien entonces, al igual que él, era una asistente de diseño. En 1997, ambos tuvieron un papel activo en la creación del bolso Baguette, mismo que, en cuestión de semanas se convirtió en un objeto icónico.
Paralelamente, Gucci experimentaba una revolución dirigida por Tom Ford, quien en 1994 agregó relevancia a la casa a partir de sus sensuales piezas. Posteriormente se volvería también un cazatalentos para el Gucci Group (actualmente Kering) al orquestar la compra de firmas como Balenciaga y el reclutamiento de diseñadores
jóvenes. Michele y Giannini dejarían Fendi para trabajar bajo las órdenes de Ford, en 2002.
“Tom es como una estrella de cine. Amo su visión femenina, porque toma como referencia a los 70 en Estados Unidos y particularmente a Halston”, afirmó a Vogue.
Ford abandonaría Gucci en 2004 y al año siguiente Giannini, entonces directora de accesorios, quedó a cargo de la firma e inició rescatando el patrón “Flora”, popularizado por Grace Kelly e incluyendo referencias al pasado de una manera casi literal. Esta nueva visión resultó exitosa durante sus primeros años y atrajo a celebridades como Drew Barrymore, Cameron Diaz, Blake Lively y James Franco.
En The Director (2013), documental creado por Franco para seguir los pasos de Giannini, Michele aparece sólo durante unos minutos discutiendo los bolsos y zapatos de la colección Primavera/Verano 2013. La línea, inspirada en los años 60, presentaba botines y sandalias de hasta 11 centímetros, mismas que, además de ser un éxito de ventas, dieron un toque de modernidad a la línea.
En diciembre de 2014, sin embargo, se anunció el despido de Giannini y Patrizio di Marco, CEO de la compañía y actual esposo de la diseñadora. Para su reemplazo se barajaron diversos nombres, como Riccardo Tisci, Christopher Kane e, incluso, el regreso de Tom Ford. Finalmente, Kering decidió apostar por alguien quien desde hacía más de una década realizó un trabajo comercialmente satisfactorio para la firma.
De otra era
Un diseñador promedio suele tardar tres meses en crear una nueva colección. Michele, para su debut, tuvo que hacerlo en tan sólo cinco días. Sin embargo, la narrativa y los materiales, muchos de ellos inspirados en su colección de tejidos vintage, llegaron en un momento justo en el que la moda estaba obsesionada con los años 70. Michele
también creó una cierta polémica al ofrecer materiales y siluetas que son usualmente relacionados con el vestir femenino, como los encajes y las blusas con románticas lazadas.
“Si pudo hacer todo en una semana, imaginen qué tan interesante podrá ser su visión una vez que esté lo suficientemente articulada y razonada”, escribió Friedman.
Su siguiente colección, producida en tan sólo un mes, continuó con el punto de partida establecido en enero. La respuesta fue entusiasta, pero las referencias constantes a los años 70 y a figuras del rock como Mick Jagger, David Bowie y Jarvis Cocker en piezas para ambos géneros se convirtieron en un éxito de ventas. El bolso Dyonisus y la reinterpretación de los mocasines de la casa en pantuflas forradas en piel, botines y pumps reafirmaron la creencia en el talento de Michele para crear objetos del deseo.
La estética de Michele ha resonado con el público joven, en especial entre aquel que, al igual que él, tiene una fascinación por figuras que marcaron tendencia y cuyo look, en teoría, se podría replicar con un viaje a una tienda de segunda mano. Para su colección Otoño/Invierno 2015, "Margot Tenenbaum", interpretada por Gwyneth Paltrow en The Royal Tenenbaums (2001) se mencionó frecuentemente como influencia y, para la temporada Primavera/Verano 2016 fue el turno de ABBA y la actriz Sissy Spacek. Sin embargo, el creativo no limita su inspiración a lo retro.
“Estoy enamorado de la calle, porque es ahí donde nace la moda. El jet set y la gente más hermosa del mundo están ahí”, declaró a Love.
El próximo 18 de enero, Gucci presentará su nueva colección masculina. A juzgar por el éxito que ha tenido, es muy probable que 2016 se convierta en el año de Michele.