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El perpetuar estereotipos culturales o utilizar sus elementos tradicionales sin mostrar el respeto adecuado es la causa detrás de varios escándalos recientes en el mundo de la moda. Por desgracia, Valentino, con su más reciente colección ready-to-wear, se une a la lista.
En principio, su línea parecía ser un homenaje al folclor, pero al parecer no se tomaron en cuenta las dificultades que han enfrentado diversos países africanos, provocado que una aguda crisis migratoria y humana. Aún cuando Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli parecían tener las mejores intenciones, su propuesta provocó una tormenta de comentarios negativos en las redes sociales, uniéndose al reclamo voces como la de Robin Givhan, crítica de moda de The Washington Post, quien señaló el uso de palabras como “salvaje” y “tribal” para describir a un caleidoscopio de pueblos.
Las principales quejas se centraron en el uso indiscriminado de elementos tradicionales de culturas como la Masai, mezclados con otras influencias que, fuera de localizarse en el mismo continente, no tienen una relación entre sí.
Asimismo, la presencia de menos de 10 modelos de color en una colección de 91 pases fue, para un gran número de usuarios de Twitter, un indicador de lo contradictorio de su mensaje. “El privilegio más grande que tenemos al diseñar moda es que transmitimos un mensaje y sentimos que podemos mejorar como seres humanos si entendemos cabalmente las culturas de los otros”, declaró Chiuri a Vogue poco después de su desfile. No obstante, este enunciado adquirió un significado bastante irónico luego del escándalo.
Por desgracia, esta práctica ha sido cada vez más frecuente, tanto en casas de alta costura como firmas de fast fashion. Y algunos atuendos o sesiones que buscaban expresar la diversidad cultural se convirtieron en infames, como el atuendo que Victoria’s Secret incluyó en su desfile de 2012, inspirado en pueblos como el Cheyenne y lucido por la top model estadounidense Karlie Kloss.
Al cierre de esta edición, éste ha sido el único comentario que ha dado la firma al respecto, pero la tormenta mediática y social aún no termina, además de que ha revivido el debate al respecto, el cual da pie para que todos reflexionemos sobre lo que usualmente solemos llamar “inspiración”, “puntos de referencia” o cualquier otro eufemismo. Ni modo, tendremos que un poco más para atestiguar si esta protesta se extiende a los consumidores.