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Miles de " grafitis " tallados sobre roca o dibujados con pintura roja fueron dejados por los visitantes de la tumba del faraón Ramsés VI hace dos mil años fueron hallados por un grupo de investigadores polacos.
Fueron hechos con objetos afilados y son el testimonio de los viajeros, según apuntan viejas crónicas. El lugar "fue un destino turístico ya en la antigüedad y, como hoy en día, los turistas a menudo dejaban sus nombres en los lugares que visitaban", explicó a El Español Adam Lukaszewicz, miembro del Instituto de Arqueología de la Universidad de Varsovia.
"La visité y no me gustó nada excepto el sarcófago", dice una de las "pintas". "¿Por qué te importa no poder leer los jeroglíficos? No entiendo tu preocupación", dice otra. Como si de un muro de Facebook se tratara, los visitantes expresan su alegría, asombro o incluso desplegaban sus dotes literarias al escribir auténticas reflexiones al faraón que descansaba en el lugar.
"Comparado con el resto de tumbas del Valle de los Reyes, la de Ramsés VI es las más rica en restos de antiguos turistas. En cien metros de profundidad se han encontrado más de mil inscripciones", apuntó Lukaszewicz.
¿Quiénes eran los viajeros?
El investigador señala que se trataba de gente de un alto estatus social, como prefectos o militares. Para estos pioneros del grafiti -añade el medio- este tipo de turismo era una experiencia espiritual, pues se creía que la tumba pertenecía al héroe legendario Memnon que luchó en la guerra de Troya.
sc