Más Información
Delegación mexicana va a la COP29 en Azerbaiyán; promoverá “política ecológica y ambiental humanista” de Sheinbaum
Piden a Sheinbaum estrategia contra promesas de campaña de Trump; “lo va a cumplir”, advierten académicos de la UNAM
MC pide a “quienes tienen decencia” que voten contra Rosario Piedra en la CNDH; hay muchos “queda bien”: Castañeda
Un viaje en el tiempo desde la Prehistoria hasta la Edad Contemporánea es lo que propone la nueva estación de la línea de metro C de Roma, donde se expone una selección de las 40 mil piezas arqueológicas halladas durante su construcción.
La estación, que se presentó hoy a la prensa pero que no abrirá al público hasta al menos octubre, forma parte de la conocida como línea arqueológica del metro, cuyo trazado atravesará el centro de Roma cuando se complete su construcción.
Los trabajos de excavación en la parada de San Giovanni comenzaron en 2010 y el resultado final es una estación que alberga una especie de museo en el que, a medida que los usuarios descienden hasta los binarios, lo hacen también en el tiempo, acompañados de paneles didácticos y piezas arqueológicas.
El superintendente de Bienes Arqueológicos de Roma, Francesco Prosperetti, describió la estación, que ha tenido un costo de 50 millones de euros (54.6 millones dólares), como una "máquina del tiempo que traslada al pasado" a los usuarios del servicio público de transportes.
"Quien entra en la estación de San Giovanni entiende que está en un lugar particular, único en el mundo, porque en el subsuelo de Roma hay algo que no existe en el de gran parte de las ciudades del mundo: la historia", añadió.
La parte más interesante del recorrido y que cuenta con mayor número de vestigios arqueológicos corresponde al período entre la edad republicana y la imperial de Roma, donde se han encontrado los restos de una granja agrícola que son testigo de una serie de actividades de gran riqueza y de sistemas muy evolucionados de cultivo.
Por ejemplo, se pueden observar los huesos de los primeros melocotones que llegaron en esa época a Occidente, probablemente procedentes de Persia, ánforas de drenaje y otras que contenían aceite y que arribaron desde la península Ibérica.
Además, también han llegado hasta nuestros días las raíces de diversas plantas de jardín y flores que confirman la condición noble de esta granja que producía bienes de lujo.
En los pasillos de la estación de metro también se exponen monedas cuya acuñación se remonta al siglo I a.C., una horca agrícola, fragmentos de tuberías de la época y tiestos de terracota que se que se conservan casi intactos y muestran el terreno pantanoso y húmedo que provocó la creación de la granja.
Las excavaciones han revelado la progresiva desertización de la zona de San Giovanni, que con el tiempo dejó de utilizarse con fines agrícolas de lujo y a la que el papa Calixto II dirigió un canal artificial de agua que formaba un lago en sus aledaños.
El objetivo final de los usuarios serán, obviamente, las vías del tren metropolitano, que están en el nivel de la edad prehistórica y que marcan el final de un viaje en el tiempo en el que paneles explicativos de diferentes colores, además de imágenes y vídeos, clasifican e ilustran los períodos históricos.
Las excavaciones de la estación, desarrolladas con técnicas estratigráficas, se han adentrado hasta más de treinta metros, algo inédito en una obra del género porque normalmente la perforación y vaciado del terreno se detienen cuando se encuentran los primeros restos de la edad imperial.
Filippo Lambertucci, uno de los arquitectos que han comisariado la instalación, afirmó que espera que esta estación de metro sirva para que los ciudadanos romanos "puedan finalmente darse cuenta de qué está hecha su ciudad".
"Esta instalación ofrece al público una experiencia (...) probablemente nueva para él", explicó Lambertucci, que pertenece al grupo investigador del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Roma que ha trabajado en el proyecto junto a la Superintendencia y el Ayuntamiento.
"Aunque Roma sea estratificada sobre una cantidad de siglos, de hallazgos y de testimonios que atraviesan su subsuelo, (los ciudadanos) no se dan cuenta nunca, o casi nunca, de esta gran riqueza" y esperó que esta constituya "una nueva perspectiva" para las próximas estaciones de la capital italiana.
Durante el próximo fin de semana los ciudadanos de Roma podrán observar el montaje final de la estación con motivo del evento "Open House", que abrirá al público diversos de edificios de notable importancia arquitectónica.
sc