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El pueblo estadunidense debe recuperar la memoria histórica de la agresión contra México, y el saqueo a su territorio tras la invasión de 1846, a fin de que los mexicanos ahora en Estados Unidos puedan ser reconocidos y reivindicados, opinó el historiador Enrique Krauze.
En una columna publicada este jueves en la versión electrónica del diario The New York Times, Krauze expresó que para México este reconocimiento histórico sería “una especie de reconquista” que pueda abrir el camino a la ciudadanía a los mexicanos radicados en Estados Unidos.
Krauze señaló que actualmente hay un esfuerzo en México, dirigido por Cuauhtémoc Cárdenas, para exigir una reparación de Estados Unidos en cortes internacionales por haber anexado la mitad del territorio mexicano.
El historiador afirmó que el caso tiene escasas posibilidades de triunfo en cortes internacionales, pero que el asunto tiene sentido político, por lo que el gobierno actual o uno de los candidatos en las próximas elecciones presidenciales podría adoptarlo como causa.
Más allá de la estrategia política, Krauze destacó que es momento de que Estados Unidos se pregunte cuánta de su prosperidad histórica proviene del desarrollo de territorios originalmente habitados por mexicanos y arrancados de México a través de una invasión.
“Necesitamos una reconquista del recuerdo de esa guerra tan prodigiosa en atrocidades inspiradas por prejuicios raciales y la codicia por la expansión territorial”, explicó Krauze en un editorial titulado “¿Recuperará México la mitad de su territorio?”.
El historiador precisó que pese a que tres siglos antes de que los antepasados del presidente Donald Trump llegaran a Estados Unidos ya había mexicanos en lo que sería ese país y en lo que entonces aún era Nueva España y México.
Sin embargo, los mexicanos no son parte del “orgullo nacional” estadunidense, sino que son objetos de estereotipos o de un pasado que ha permanecido en la oscuridad, pese a que Estados Unidos obligó a México a vender la mitad de su territorio en 1848.
“La mejor y más justa reparación sería la reforma migratoria estadunidense que podría abrir el camino a la ciudadanía para los descendientes de los mexicanos que sufrieron la injusta pérdida de la mitad de su territorio”, aseguró.
Consideró que la industria fílmica y de la televisión en Estados Unidos han ayudado a modificar la memoria de “dos pecados originales” de este país: la esclavitud y el racismo y, en menor medida, la masacre racista y la represión de indígenas americanos.
“Un tercer pecado debía añadirse a ellos: la agresión contra México y el saqueo de su territorio”, enfatizó Krauze.
nrv
