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La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, recurrió hoy el decreto con el que el Gobierno italiano ha instituido el área arqueológica del Coliseo porque "es lesivo para los intereses de la ciudad" y, dijo, otorgaría gran parte de los ingresos al Estado.
La regidora anunció en su perfil de Facebook que el ayuntamiento ha presentado un recurso ante el Tribunal Administrativo Regional porque, según apuntó, no acepta que "lleguen desde arriba decisiones que comprometan la gestión de la ciudad".
Raggi denunció que, el decreto, que se promulgó el pasado 12 de enero, crea un ente ministerial que debería asumir la competencia sobre el Anfiteatro Flavio y los Foros imperiales, lo que a su juicio "crea un área arqueológica de primera división y otras menores" en la capital.
La alcaldesa destacó además que, según los planes del Ministerio, los más de 40 millones de euros que generan el Coliseo y los Foros cada año entrarían en el nuevo ente ministerial.
Del total de este monto, la Superintendencia Especial percibe un 80 % pero, con los planes del Gobierno, recibirá en un futuro el 20 %, según las cifras aportadas por la alcaldesa.
"No puedo ignorar el hecho de que el Estado central quiera gestionar, con total autonomía y sin consultar a nadie, el territorio de la ciudad que, por contra, es patrimonio de sus ciudadanos", lamentó.
Por ello Roma ha solicitado a la justicia que se anule el decreto por el que se instituyó el área arqueológica del Coliseo así como la selección pública lanzada a nivel internacional para encontrar un director del área.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, desmintió las palabras de Raggi y dijo que desde el consistorio romano "se han usado argumentos falsos" porque "la relación entre la ciudad y el área arqueológica no cambiará nada".
Y aseguró, en declaraciones a los medios, que "el uso de los beneficios del Coliseo en Roma permanecerá idéntico".
Franceschini tildó de "increíble" el recurso a una medida que, aseguró, ya está dando sus frutos en otros tesoros del patrimonio nacional como la Reggia de Caserta, la galería de los Uffizi de Florencia o las ruinas de Pompeya.
nrv