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abida.ventura@eluniversal.com.mx
Tlaxcala.—El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cobrará próximamente un seguro de 13 millones de pesos de la histórica Capilla del Santo Cristo, que fue demolida sin autorización en la localidad de Vicente Guerrero, en este estado, y está en proceso de evaluación del proyecto de restitución del inmueble.
Considerado como un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales, la capilla fue demolida en junio de 2015 con uso de maquinaria pesada y aunque entonces el INAH denunció los hechos ante la delegación de la Procuraduría General de la República en el Estado de Tlaxcala, el litigio continúa.
Durante una visita que la directora del INAH, María Teresa Franco, realizó a Tlaxcala para conocer los trabajos de restauración y rehabilitación que se realizaron en el Ex Convento de Santa María de las Nieves y la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, señaló que la intención del INAH y de las autoridades locales es levantar nuevamente la capilla, decisión que será colegiada.
“Esa es la discusión, es exactamente lo que vamos a hacer en el lugar porque esa fue una tragedia, un acto salvaje. Es algo que a todos nos duele y será muy importante ver cómo se constituye la propuesta definitiva”, dijo.
En compañía del gobernador Mariano González Zarur, Franco recorrió este espacio localizado en el municipio de San Juan Totolac. Ahí, restauradores y arquitectos consolidaron sus muros, restituyeron faltantes e impermeabilizaron su cúpula, uno de los pocos elementos arquitectónicos que se conservan en pie.
El proyecto, que comenzó hace más de cinco años, tuvo un costo de casi dos millones 317 mil pesos y le ha devuelto su esplendor a un espacio que es considerado símbolo de la identidad tlaxcaltecas, ya que fue el lugar desde donde en el siglo XVI partieron 401 familias para poblar los territorios del norte.
Otro de los espacios donde el gobierno del estado, en colaboración con el INAH, invirtió para la restauración y conservación del patrimonio cultural fue en la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, donde restauradores adscritos al INAH Tlaxcala intervinieron un conjunto de retablos del siglo XVIII. Se trata de tres retablos de madera ensamblada, dorada y policromada; el principal está dedicado a la Virgen de Ocotlán, patrona del estado, y los laterales a la Pasión de Cristo y a la Virgen de Guadalupe.
Según la restauradora Jazziel Lumbreras, este proyecto se hizo en dos etapas: la primera en 2014, con un costo de 5 millones; y la segunda, desde 2015, con casi 4 millones 690 mil pesos. Los trabajos, detalló, consistieron en restituir faltantes de hoja de oro, policromía y elementos perdidos en la decoración de las esculturas.
Evalúan techumbre en Cacaxtla. En el recorrido que las autoridades del INAH y de Tlaxcala también realizaron en la zona arqueológica de Cacaxtla para inaugurar un andador que une a esta zona arqueológica con la de Xochitécatl, Franco aseguró que se está evaluando retirar la techumbre que cubre el Gran Basamento, el complejo arquitectónico que conserva las emblemáticas pinturas murales del sitio. Debido a la necesidad de proteger las valiosas pinturas, en la década de 1980 se colocó una cubierta sobre la parte principal de este conjunto arquitectónico, pero ayer, la directora del INAH reconoció que es “un problema técnico muy difícil”. “Esta techumbre ha tenido muchos problemas, se discutió mucho desde que se puso... porque constantemente hay vientos durísimos”, dijo.
Sin embargo, agregó, sustituirla implicará una decisión compleja, en la que intervendrán expertos del INAH y otras instituciones. “"Se ha estado haciendo y la idea es tratar de tenerlo en las mejores condiciones para que no se filtre agua por arriba, pero hay todo un grupo de trabajo que está en la discusión, sobre casi todas las techumbres que tenemos, no sólo esta”, agregó.
Cuestionado sobre el tema, el gobernador sostuvo que la discusión sobre si la techumbre se mantiene o no, corresponde al INAH, pero señaló que ha sido gracias a esa techumbre que aún se mantiene la zona arqueológica y sus murales.
Franco indicó que cada año se destinan unos 4 millones en conservación de la zona arqueológica, de los cuales millón y medio están destinados al mantenimiento de la cubierta.