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Arqueólogos descubrieron el documento escrito a mano más antiguo encontrado en Gran Bretaña, entre centenares de tablillas de casi 2 mil años, durante la era romana en Londres.
Expertos del Museo de Londres dijeron el miércoles que hallaron más de 400 tablillas durante excavaciones en el distrito financiero de la capital para las nuevas oficinas de la compañía Bloomberg. El tesoro provee una mirada reveladora a la historia temprana de la ciudad como eje comercial.
Hasta ahora 87 tablillas han sido descifradas, incluyendo una dirigida "en Londres, para Mogontius" y que data de entre el 65 y el 80 de nuestra era, la más antigua referencia registrada a la ciudad, conocida por los romanos como Londinium.
La arqueóloga Sophie Jackson dijo que el descubrimiento es "enormemente significativo... es la primera generación de londinenses hablándonos".
Los romanos fundaron Londres tras su invasión en el año 43 de nuestra era. El asentamiento fue destruido por una rebelión celta encabezada por la reina Boudica en el 61, pero fue reconstruido muy pronto.
Los documentos muestran que apenas unos pocos años después de su establecimiento, Londres era ya una ciudad llena de mercaderes y comerciantes. Incluyen referencias a entregas de cerveza, pedidos de comida y fallos legales.
Otra tablilla está fechada el 8 de enero del año 57 de la era común, y sería el documento fechado escrito más antiguo en Gran Bretaña. Apropiadamente para una ciudad que es ahora la capital comercial del mundo, se trata de dinero, un ancestral pagaré en el que un esclavo en libertad promete pagara otro "105 dinares del precio de la mercancía que ha sido vendida y entregada".
Las tablillas estaban preservadas en el lodo del Walbrook, entonces un río, ahora un arroyo subterráneo.
"El agua protege del oxígeno que normalmente habría causado descomposición", dijo Jackson. "Nuestro lodo pegajoso de Walbrook es como la ceniza de Pompeya o la lava de Herculano", las ciudades romanas preservadas por una erupción volcánica.
En la era romana, las tablillas de madera eran cubiertas con cera, para poder escribir en ellas usando un estilo. La cera no ha sobrevivido, pero parte de la escritura penetró la madera y puede leerse.
El clasicista Roger Tomlin, que descifró las inscripciones, dijo que examinar los antiguos manuscritos puede ser excitante.
"Estás descifrando algo creado por la mano de alguien que vivió hace mil 900 años", dijo. "Tus ojos plantados donde nadie lo ha hecho antes, al menos no en mucho tiempo".
sc