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A partir de su trabajo como traductora para la defensa de niños migrantes en la corte migratoria de Nueva York, la escritora mexicana Valeria Luiselli pudo conocer de primera mano el enredado proceso legal del que, literalmente, depende el futuro de los miles de niños centroamericanos que arriesgan la vida para cruzar las fronteras de México y Estados Unidos.
Decenas de testimonios que ha conocido en esa labor, ha permitido a Luiselli conocer historias de niños que pretenden escapar del infierno cotidiano en sus respectivos países de origen, y conformar el libro Los niños perdidos. (Un ensayo en cuarenta preguntas) (Sexto Piso) que observa la realidad de los niños migrantes desde una distancia situada entre el deseo de remediar el desamparo existencial en el que se encuentran sumidos y la impotencia que desata la incapacidad para hacerlo.
Esta mañana, en conferencia de prensa, Valeria Luiselli señaló que más allá de Estados Unidos, el infierno real que viven los niños migrantes es México. “La realidad es que no se sabe cuántos de los niños que salen de sus países llegan a Estados Unidos. Por ejemplo, en no más de un año hubo un registro de 11 mil 333 secuestros, esos son los que están registrados, hay más de 200 mil centroamericanos desaparecidos, encontramos todas las semanas fosas comunes”.
La también autora de Papeles falsos, y de las novelas Los ingrávidos y La historia de mis dientes, dijo que a ella le ha tocado entrevistar a niños entre 5 y 7 años,aunque llegan niños más chicos pero nunca he visto en la corte de migración a un niño menor de cinco.
“La gran mayoría son jóvenes varones entre 13 y 17 años, porque son la población más vulnerables a ser captados por las redes de la MS13 y la Calle18 y la gran mayoría viene huyendo de las gangas, del intento de reclutamiento de las pandillas. Una suposición terrible que tengo es que muchos de los niños no 'la hacen', que es más fácil que un jovencito adolescente, que tiene más fuerza y corre más rápida se puede subir más rápido a La Bestia y con más fortaleza de llegar a la frontera gringa, y que un niño de 5 años no tiene tantas chances de llegar”, afirmó la narradora y ensayista.
Los niños perdidos. (Un ensayo en cuarenta preguntas), es un testimonio brutal, íntimo, escrito con una prosa franca, brillante y lúcida, un libro que se presentará esta noche en el Centro Horizontal, en Colima 378. Roma.
nrv