Más Información
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
El pasado domingo, al caer la tarde, una quinceañera de vestido rosa vaporoso cruzó la puerta de la Biblioteca de México “José Vasconcelos” y al poco tiempo logró su sueño: posar ante la lente de un equipo de fotógrafos profesionales en el Patio de los Escritores, principal espacio del recinto cultural de La Ciudadela.
El permiso para hacer las fotografías lo solicitó Héctor Gabriel González Miranda, trabajador sindicalizado de la Dirección General de Bibliotecas (DGB), que dirige Jorge von Ziegler; el permiso lo otorgó María Guadalupe Ramírez Delira, subdirectora de Tecnologías de la Información de la Biblioteca de México. Eduardo Lizalde, director desde hace 20 años del recinto, no tenía conocimiento del hecho, tampoco Von Ziegler.
Ante el cuestionamiento de EL UNIVERSAL, Teófilo Huerta Moreno, subdirector de Enlace Interinstitucional de la DGB, dijo haber realizado una rápida investigación: “Esto se escapó, hubo un aprovechamiento, no sé si ingenuo o qué, de uno de los empleados de la DGB, porque la idea cuando se acercó a María Guadalupe Ramírez era una consulta para realizar algunas fotos personales en la biblioteca; en general los usuarios hacen alguna toma allí y la maestra Guadalupe le dijo que como usuario no había problema”.
Sin embargo, sí hay un problema. El artículo 9 del Reglamento de la Red Nacional de Bibliotecas señala: “Las instalaciones, el mobiliario, el equipo y el acervo serán de uso exclusivo de la biblioteca pública, por lo que ninguna persona o institución ajena a la misma podrán disponer o hacer uso de ellos para actividades que no sean los que a su naturaleza corresponden”.
La violación a este artículo no es nueva, fue el mismo que violaron en 2007 cuando la Biblioteca Vasconcelos permitió a El Palacio de Hierro hacer un desfile de modas para su catálogo primavera-verano y organizar un banquete mediante el pago de 12 mil pesos.
Al parecer aquí no hubo afán de lucro, o eso deberá dilucidarlo una profunda investigación; pero sí hubo un uso indebido del recinto cultural. “La licenciada Guadalupe (Ramírez Delira) no visualizó la idea mayor que tenía este joven. Siempre hemos cuidado la cuestión de que no sea ni siquiera con sombrillita, con el reflector ni nada por el estilo, se hacen siempre fotos con el celular o con una cámara sencilla”, dijo Huerta.
Ayer, Lizalde y Von Ziegler fueron informados. Se espera información sobre la investigación y probables sanciones a los responsables.