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La trascendencia continental de las imágenes de Carlos Muñana, las sombras vitales de Librado Smarth, los instantes periodísticos capturados por Manuel El Chato Montes de Oca, la obra desconocida e inédita de Edward Weston y Tina Modotti, la fuerza de la línea de Rogelio Naranjo, la arquitectura y las sombras de Helioflores y la caricatura costumbrista insuperable de Andrés Audiffred tienen una lazo común construido en 100 años de historia.

La imagen, sea como testimonio de la realidad o entendimiento del acontecer cotidiano a partir del humor, ha sido una herramienta fundamental para contar la historia de México desde las páginas de EL UNIVERSAL. Fotografía y caricatura han tenido un lugar central en los 100 años de este diario.

Historiadores de arte e investigadores se dieron a la tarea de contar la historia de EL UNIVERSAL a través de la foto y la caricatura. Por estas páginas pasaron creadores con una obra que permanecía inédita y que ahora modificará la historia de la foto en México.

Fotógrafos como Carlos Muñana, Edward Weston, Tina Modotti, Librado García Smarth, El Chato Montes de Oca y Rafael Carrillo, y caricaturistas como Naranjo, Helioflores y Andrés Audiffred, entre muchos más, compartieron las páginas de EL UNIVERSAL. El relato de sus vidas y la evolución de la imagen ha sido revisada y será publicada en dos libros que editan este diario y la Secretaría de Cultura federal.

José Antonio Rodríguez, Brenda Ledesma y Arturo Ávila se adentraron en un siglo de páginas e hicieron hallazgos determinantes. “En EL UNIVERSAL hallamos una cantidad enorme, pero enorme, de información que va a enriquecer la historia de la fotografía en México”, señala Rodríguez, quien asegura que, a pesar de ser tres los historiadores que han trabajado mucho la fotografía, había cosas que desconocían. “No conocíamos, por ejemplo, el trabajo de Muñana en EL UNIVERSAL; hubo absolutas sorpresas, también descubrimos el trabajo que publicó Edward Weston aquí, el de Tina Modotti. De ella, en EL UNIVERSAL está contada su vida desde que llegó a México en 1922, luego cuando el gobierno la expulsó, años después cuando regresó y finalmente cuando murió”.

Rodríguez asegura que fueron de sorpresa en sorpresa de nuevos autores, por ejemplo, Man Ray. “Sólo sabíamos que había publicado obra en la revista Contemporáneos, pero no, también publicó en El Universal Ilustrado, con un texto de un gran crítico francés; que Man Ray haya sido conocido en México, eso es relevante”.

Pero no fueron los únicos casos, el fotomontaje tuvo un gran auge en estas páginas en la década de los 30, pero en EL UNIVERSAL perduró hasta 1965, esto es importantísimo porque se podrían crear discursos a partir de una plasticidad de la imagen, dice Rodríguez.

También descubrieron a personajes como El Chato Montes de Oca, quien trabajó en EL UNIVERSAL por más de 50 años e hizo un trabajo fotoperiodístico relevante. Dice José Antonio que también localizaron textos muy analíticos sobre la foto de los 70 y 80. “Concluimos que estos materiales fascinantes son un gran aporte para la historia de la fotografía mexicana”.

Esa investigación da forma a un bello libro que busca ser una obra de consulta, por lo que incluye una adenda donde reproducen algunos de esos textos sobre fotografía mexicana publicados en este diario. “Son una serie de textos rarísimos que fueron publicados originalmente en EL UNIVERSAL y en El Universal Ilustrado, esto lo va a convertir en un libro de consulta”.

En siete capítulos, el libro será deslumbrante por los autores, las propuestas y la puesta en página. Hay autores que deben ser revalorados y vueltos a estudiar. “Tenemos una de las historias de la fotografía más poderosas en el mundo, somos una potencia en fotografía y lo demuestra todo lo que fuimos localizando”, indica Rodríguez.

Una historia de monos. La caricatura, dice el historiador Agustín Sánchez González, es una de las aportaciones que cada día cobra mayor importancia para entender la historia de México. “Siempre digo que la historia de la caricatura es una historia muy en serio. Hasta ahora no se le ha dado la seriedad que tiene, hacer este libro fue ratificar y rectificar muchas de las ideas que había en la historia de la caricatura. Es maravillosa”.

El historiador, que tiene a su cargo el libro conmemorativo de los 100 años de EL UNIVERSAL, dedicado a la historia del cartón, dice que por este diario han pasado 95% de los caricaturistas mexicanos, desde personajes emblemáticos, como Ernesto El Chango Cabral. “Hay desde caricaturistas espléndidos como Cabral hasta personajes raros que hicieron caricatura, como Rufino Tamayo. Nadie pensaría que Tamayo hacía caricatura y sin embargo está allí, lo mismo que Alfredo Zalce, que durante años no se supo que firmaba como Era, es decir, personajes de ese nivel, personajes raros, como Caruso o el presidente Ortíz Rubio, que nada tenían que ver con la caricatura pero que llegaron a estar al lado de Andrés Audiffred, quien junto a Naranjo y Helioflores son los tres grandes personajes de EL UNIVERSAL”, afirma.

Andrés Audiffred estuvo desde 1921 hasta 1958 en este diario y Naranjo y Helio están desde los 70. “Son tres personajes fundamentales en la historia de la caricatura nacional y yo diría universal, los tres compiten en el mundo con los mejores”.

Sánchez González asegura que la investigación y el libro dieron muchas sorpresas, una de ellas fue confirmar que durante muchos años no había caricatura. “El propio UNIVERSAL durante los primeros años no tiene caricatura más o menos constante; la primera caricatura se da hasta 20 días después de que sale el periódico”, dice.

Sin embargo, en ese lapso se dieron momentos importantes en EL UNIVERSAL, especialmente los concursos de caricatura en 1924, que fue fundamental porque generó un semillero de caricaturistas. “De ahí van a surgir los grandes caricaturistas que van a transitar en México durante la primera mitad del siglo XX. También destaca el concurso de historieta, importante porque fue la base de lo que luego sería la caricatura mexicana, La familia Burrón, por ejemplo, que es la revista más emblemática de este país, no puede entenderse si no ves el concurso de historietas de EL UNIVERSAL”.

Otro momento importante se dio en los 80, cuando prácticamente hay cerca de 20 caricaturistas de planta y todas las secciones contaban con uno. Estaban, claro, Naranjo y Helio a la cabeza; en los estados: Trizas, Chubasco, Alan; y en cultura, Paco Taibo, quien le dio espacio a muchos jóvenes. “Por ahí pasaron los grandes caricaturistas de hoy, que entonces tenían 20, 30 años”.

Agustín asegura que ha sido muy complejo el armado de imágenes más que de texto. “No está completa la historia de México si no se estudia la caricatura, mientras esto no suceda vamos a seguir teniendo una historieta de México y no una historia. En este sentido, la caricatura de EL UNIVERSAL puede dar una lectura maravillosa porque los caricaturistas son los grandes historiadores que cuentan la historia diaria, con todo lo que implica, con los errores”.

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