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El clásico "El principito", del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, se tradujo por primera vez al aymara, una lengua indígena hablada por más de 2 millones de personas en las zonas altas de los Andes de Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
La edición en aymara de la famosa novela corta, "Pirinsipi Wawa", fue publicada por el editor argentino Javier Merás y tiene 95 páginas. El diseñador argentino Fabio Ares usó una fuente tipográfica para la portada que reconstruyó de documentos impresos en Buenos Aires provenientes de la Real Imprenta de los Niños Expósitos, la única que existía en los tiempos del virreinato del Río de la Plata (1776-1810).
"Demoré dos años en traducir esta novela universal", dijo Roger Gonzalo, catedrático de lengua aymara y quechua en la Pontificia Universidad Católica de Perú y de la maestría de Lingüística de la Universidad de Puno, en la frontera de Perú y Bolivia.
Comentó que en caso de las palabras que son culturalmente diferentes, como el juego de naipes "bridge" o el "golf", "se usó las palabras del texto original como préstamos, pero resaltadas en cursivas y se aclaró a pie de página en aymara lo que significa y cómo se juega".
Gonzalo indicó que la tradición escrita en aymara tiene más de 400 años y que en esa época ya existía una cátedra de Aymara y Quechua en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en la capital peruana.
"Lo que hago es seguir con esa tradición de traducir textos", dijo el lingüista traductor. "Hubo momentos en que incluso soñé con este personaje medio diabólico y medio inocente, a veces sabio, a veces muy niño". El libro puede adquirirse en el portal de internet eBay.
Gonzalo indicó que el aymara está en vulnerabilidad porque "hoy las familias de hablantes de la lengua están decidiendo no hablarla, no la enseñan a los niños, y si no hay niños hablantes de la lengua mañana no habrá hablantes".
El impulso estatal para promover el aymara a través de los servicios de educación, justicia y salud es insuficiente. "Es casi nulo el uso de la lengua con el pueblo... Faltan materiales en todo campo del saber humano, no hay formación de profesores en esta lengua", dijo Gonzalo.
La edición realizada por Merás, que incluye dibujos en blanco y negro y en color, también posee un mapa esquemático con la zona de influencia lingüística del aymara, según los hablantes, y un análisis de Gonzalo acerca de los criterios de traducción utilizados.
rqm