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ana.pinon@eluniversal.com.mx
El escritor argentino Eduardo Sacheri ganó el Premio Alfaguara 2016 por su novela La noche de la usina, un retrato de la Argentina de principios del siglo XXI, en plena crisis económica que derivó en lo que se conoció como el corralito bancario.
El Premio Alfaguara 2016 está dotado de 175 mil dólares y una escultura de Martín Chirino. En esta convocatoria se recibieron 707 manuscritos, de los cuales 108 eran de México. La presidente del jurado, Carme Riera, escritora y académica, leyó el acta que definió a la novela del ganador como una historia “coral, ágil, emotiva, con muchos ingredientes de lo mejor del thriller y el western”.
En videoconferencia desde Madrid, con transmisión en vivo en Buenos Aires y Ciudad de México, Riera aseguró que la novela del escritor nacido en Buenos Aires en 1967 es “una emocionante historia” situada justo antes de que el gobierno de Fernando de la Rúa imponga el corralito financiero y bloquee las cuentas bancarias.
De acuerdo con la editorial, la novela está situada en 2001 y tras la crisis financiera en un pueblo perdido de Buenos Aires. Un grupo de hombres se propone reunir la suma de dinero necesaria para adquirir unos silos abandonados en un predio agroindustrial. Pero antes siquiera de llevar el proyecto a cabo, una estafa los hace tocar fondo y reaccionar ante la injustica. Así, en esta historia en donde es preciso robarle al ladrón, se gesta una venganza colectiva.
“Pampa y política, tiempos muertos de vida cotidiana y diálogos muy vivos, con un trasfondo crítico lleno de suspenso en el que la rabia fecunda es compatible con el humor más fresco”, escribieron los jurados en el acta declaratoria.
El autor recibió desde Madrid la noticia del jurado, conformado, además de Riera, por los escritores Carlos Zanón, Sara Mesa, las editoras Michi Strausfeld y Pilar Reyes (directora de Alfaguara, con voz y sin voto) y la librera Mercedes Corbillón.
Sacheri, desde Buenos Aires, recordó que en sus obras, como ocurre con esta novela ganadora, los perdedores son los verdaderos protagonistas, ya que “para todos perder es la constatación de vivir, mientras que los triunfos son fugaces”.
“Los protagonistas de mi novela son buenos y dignos perdedores. La gente con la que me cruzo en la vida es la gente que puebla mis libros”, aseguró el escritor argentino.
Sacheri, autor de la novela La pregunta de sus ojos, que fue llevada al cine en 2009 con gran éxito por el director argentino Juan José Campanella bajo el título El secreto de sus ojos, compartió que no le había avisado a su familia ni a nadie más que había participado por segunda vez en el convocatoria, pensó que era prácticamente imposible ganarlo y una noche antes al fallo no pudo dormir. “Espero que mi novela esté a la altura del premio”, dijo.
Insistió en que le gusta construir “personajes creíbles” en su novelas. “Confieso que me gustan las buenas personas. Sospecho que tiendo a caer, libro a libro, en la buena gente. Los buenos perdedores de vez en cuando intentan salir de esa condición. La novela va por ese lado, de tipos que están en la mala, son dignos en la mala, y sueñan con la buena”, expresó.
Sostuvo que el germen de la historia fue posterior a la crisis de 2001, pero que encontró una emoción profunda para escribir sobre ese periodo. “En ese año yo era un profesor de historia de tiempo completo, con enormes dificultades, tenía dos hijos pequeños y tenía dudas acerca de cómo iba a sostener a mi familia. Recuerdo estar con mi hija en brazos, ella tenía sólo un año de edad, y tenía en mente cómo iba a salir de eso; creo que le transferí a mis personajes esas dudas y esos deseos. No busco metáforas sobre situaciones, soy más de pensar en personas, no en gobiernos”, aseguró el escritor.
Asimismo, Sacheri indicó que no es su pretensión escribir novelas con metáforas sobre la situación política de su país. “Los gobiernos son sólo un eco, una cosa más que participa en la vida de las personas, pero no creo en los gobiernos que prometen, creo en las personas que trabajan”.
La obra de Sacheri ha sido traducida a más de 20 idiomas; algunas de sus novelas son Papeles en el viento y Ser feliz era esto.