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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Azorado todavía porque ni en sueños pensó ingresar a El Colegio Nacional, el historiador Javier Garciadiego Dantan está feliz de esta distinción que considera inmerecida.
“¿Que tengo yo los méritos para entrar a El Colegio Nacional? Diría que no, porque la única comparación que puedo hacer es con los otros historiadores que estuvieron, Cosío Villegas, Silvio Zavala, Luis González, los tres de El Colegio de México, con los tres tomé clases; y vivos León Portilla y Enrique Krauze. Sigue el azoro de haber sido no solamente propuesto sino aceptado”, señala en entrevista.
El especialista en la Revolución Mexicana, en sus aspectos político y cultural, apunta: “Estaba más que satisfecho con la vida profesional con varias facetas que siempre he llevado”, pues no sólo es un historiador profesional que da clases en El Colegio de México, sino también desarrolla una tarea importante en la divulgación de la historia; y además ha logrado una sólida carrera en las labores institucionales.
“A diferencia de Cosío Villegas, que fue un constructor de instituciones, yo soy un velador de instituciones, un simple velador; he cuidado y me he esforzado porque las dos instituciones que se me confiaron, primero el INEHRM, y después El Colegio de México, hayan salido fortalecidas. Estoy muy satisfecho con lo hecho en ambas”, afirma el autor de libros como Así fue la Revolución Mexicana, Porfiristas eminentes, 1913-1914: De Guadalupe a Teoloyucan y Cultura y política en el México posrevolucionario.
El nuevo miembro. El discurso de ingreso de Javier Garciadiego a El Colegio Nacional dedicará un par de páginas a su biografía, porque, dice, “yo no tengo una biografía, sino una bibliografía”; luego hablará de sus maestros y antecesores, y de inmediato irá al grano, al asunto que ocupará su discurso: el inicio de la Constitución de 1917 que fue en 1916.
“La Constitución se promulga en 17 pero se elaboró en buena medida en 16, y aquí EL UNIVERSAL está involucrado. Carranza decide que ya no va a restaurar la Constitución del 57 como lo había ofrecido en el Plan de Guadalupe porque ya está anacrónica y hay problemas más importantes que no estaban contemplados en ella, doy dos: el petróleo y los obreros. Carranza, asesorado por un par de intelectuales cercanos a él, decide crear una nueva constitución y entonces el intelectual político que más empujó y convenció a Carranza de la avenencia de una nueva constitución es el fundador de EL UNIVERSAL, Félix Fulgencio Palavicini. La historia y el presente están muy entrelazados”.
Garciadiego ya dio sus propuestas de trabajo y definió su tema en el seminario de octubre sobre la muerte: “Hablaré de la muerte en la Revolución Mexicana”; además propuso organizar anualmente el ciclo “México a través de sus décadas”. “En 2016 vamos a analizar: 1906, el programa del Partido Liberal Mexicano de Flores Magón; 1916, la expedición punitiva; 1926, el inicio de la guerra cristera; 1936, la fundación de la CTM y la Guerra Civil Española; 1946, la fundación del PRI. Esa será mi aportación anual a El Colegio Nacional”, concluye el intelectual que ingresará a la institución el jueves, a las 19 horas.