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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Las virtudes literarias de Svetlana Alexievich, la Premio Nobel de Literatura 2015, que mañana recibirá el máximo galardón a las letras, son muchas a decir de su primer traductor al español, Ricardo San Vicente. Una de las principales es su habilidad para combinar el periodismo, su visión de la realidad, con el sentido de la creación literaria, que es narrar. “Ella, tiene la virtud de crear cuadros que permitan reflexionar y tratar de comprender la realidad”.
En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, el traductor y experto en literatura rusa, que ha sido editor de varias obras rusa y es profesor en la Universidad de Barcelona, aseguró que los retos que tuvo al traducir Voces de Chernóbil al español radicó justamente en trasladar al papel las voces de los protagonistas, el tránsito de lo oral a lo escrito. “Con el problema añadido de trasladar al español una realidad tan lejana como la soviética”.
Ese libro que apareció por vez primera en 2002, con una pequeña editorial llamada Casiopera bajo el título La plegaria de Chernóbil, fue reeditado cuatro años más tarde, en 2006, por Siglo XXI Editores. “Una de las ventajas de las reediciones es que se permiten revisar el texto de nuevo, corregir algunos errores, consultarlo tranquilamente con la autora; y así fue que apareció este libro con un proyecto de libros de Europa del Este que organizó Siglo XXI”, afirmó San Vicente.
Según el traductor, dado que hacía un par de años que el nombre de Svetlana sonaba para el Nobel, la editorial Debate reeditó Voces de Chernóbil, que nuevamente fue revisado, pero es la misma traducción. A partir de entonces y luego de que había sólo una obra de ella traducida al español, ahora se conocerá más a Svetlana porque Penguin Random House compró los derechos para cuatro obras más. También en breve, en España, en dos editoriales independientes se editará otra más.
“Ahora está a punto de salir una traducción de Jorge Ferrer para editorial Acantilado, bajo el título El fin del Homus Sovieticus, en lugar del título que le daba la autora de El fin del hombre rojo en Rusia, porque el subtítulo de ‘El tiempo de segunda mano’ era más incomprensible para el lector”, señaló Ricardo San Vicente.
Justo esa obra traducida por Ferrer comienza a circular hoy en las librerías de España. Pero a esa traducción al español en Acantilado se sumará la traducción al catalán a cargo de Marta Rebón para la editorial Rayo verde, aparecida bajo el título Temps de segona mà. La fi de l’home roig, que apareció en octubre, justo por los días en que fue anunciada como la galardonada del Premio Nobel de este año.
La Academia Sueca destacó “sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo” y Ricardo San Vicente coincidió con la Academia que le otorgó el Nobel: “Sí, porque el objetivo general de Svetlana Alexievich es crear un coro polifónico de voces, ordenar las múltiples y diferentes visiones del gran experimento soviético”.
San Vicente, quien es doctor es Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona y ha sido editor de diversas obras literarias rusas, asesor literario sobre literatura rusa y presidente del Jurado del Premio Yeltsin a la mejor traducción del ruso al español en las convocatorias 2009, 2011, 2012 y 2013, contó que conoció la obra de Svetlana primero en persona y luego a través de su obra. “La conocí a ella, estuvo de paso en Barcelona, me regaló sus libros y los leí con mucho interés y los fue ofreciendo a diversas editoriales”.
Fue el primero en querer difundir su literatura al español sabiendo que la complicación de la lengua rusa escrita es que es muy oral. “Svetlana, por lo general, recoge voces del pueblo, estiliza el lenguaje de algunos personajes para hacerlos más comprensibles sin afectar la fidelidad del mensaje”.