Más Información
Andrés Clara Rosas, el marino más antiguo del Buque Escuela “Cuauhtémoc”; acumula 24 travesías en 9 países
Exhorta PRI al gobierno redoblar esfuerzos para evitar exclusión del T-MEC; podría traer graves riesgos a la economía nacional
Posibles deportaciones masivas requieren acciones inmediatas: PRI; reducción de presupuesto del INM agrava situación
Diputada de MC propone despenalizar sustancias psicoactivas; cobrar impuestos al mercado de drogas recaudaría más de 1 bdp, calcula
Una escritora y periodista cuya obra es un "monumento al sufrimiento y coraje en nuestro tiempo", tres científicos que buscan terapias contra enfermedades de países pobres y una sociedad civil que ha contribuido a la transición democrática de su país reciben, entre otros, este año los premios Nobel.
La Academia Sueca decidió reconocer, por primera vez, al reportaje periodístico en la figura de la bielorrusia Svetlana Alexiévich, "por su obra polifónica, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo", según señala el fallo.
Alexiévich, 67 años, "ha inventado un nuevo género literario que supera el formato del periodismo" y da voz a quienes no suelen ser escuchados, para denunciar, con un estilo sutil, episodios terribles como la Segunda Guerra Mundial ("La guerra no tiene rostro de mujer"), el conflicto de Afganistán ("Los ataúdes de zinc") o el accidente nuclear de Chernóbil ("La súplica").
La nueva nobel compone en sus obras un "collage" de voces humanas, muchas de ellas mujeres, como aquellas supervivientes con las que habló para "La guerra no tiene rostro de mujer" o las madres de soldados muertos en la guerra de Afganistán.
El papel que pueden jugar las sociedades civiles, en este caso la tunecina por su contribución a la transición democrática de su país, logró ese año el máximo reconocimiento al recibir el Nobel del Paz el Cuarteto para el diálogo nacional en Túnez.
El Cuarteto, formado en verano de 2013 por la Unión General de Trabajadores Tunecinos, la patronal (UTICA), la Liga Tunecina de los Derechos Humanos y la Asociación Nacional de Abogados, ha tenido una contribución decisiva en "la construcción de una democracia plural" tras la Revolución de los Jazmines (2011).
Además, "estableció un proceso político alternativo y pacífico en un país al borde de la guerra civil" y el amplio diálogo nacional impulsado por el Cuarteto frenó la escalada de violencia y ayudó a encontrar soluciones de consenso.
El Premio Nobel de Medicina es para el irlandés William Campbel, el japonés Satoshi Omura y la china Tu Youyou, que han proporcionado nuevos instrumentos para combatir enfermedades parasitarias que afectan a cientos de millones de personas al año, especialmente en países pobres, de ahí que sus consecuencias sean "inconmensurables".
A Campbell y Omura se les premia por descubrir una terapia contra las infecciones del ascárides (lombrices intestinales) como la oncocercosis o ceguera de los ríos y la filariasis linfática; a Tu Youyou, por transformar el tratamiento de la malaria recurriendo a la medicina tradicional china y la herbología para identificar un componente activo de la Artemisa annua, la artemisinina, muy efectivo contra ese mal.
El nuevo Premio Nobel de Economía, el británico-estadounidense Angus Deaton, ha sido galardonado por "sus análisis sobre el consumo, la pobreza y el bienestar", de gran influencia en el mundo académico y la política.
Deaton estudia la relación "entre las decisiones sobre el consumo individual y los resultados de la economía en su conjunto, contribuyendo a transformar la microeconomía, la macroeconomía y la economía de desarrollo modernas", según el jurado.
Y recalcó su aportación al estudio de las decisiones individuales de consumo, un elemento clave para el "diseño de políticas económicas que promuevan el bienestar y reduzcan la pobreza".
Una partícula misteriosa, el neutrino, es la protagonista del Nobel de Física, que ha recaído en el japonés Takaaki Kajita y el canadiense Arthur B. McDonald, quienes han descubierto que estos oscilan, lo que prueba que tienen masa -en contra de lo que se suponía- lo que reta al modelo estándar de la física de partículas.
Por último, el Nobel de Química ha premiado al sueco Tomas Lindahl, al turco Azis Sancar y al estadounidense Paul Modrich por revelar los mecanismos de reparación del ADN, lo que ha mejorado la comprensión de los males hereditarios y hecho posibles nuevos tratamientos contra el cáncer.
Los tres han cartografiado y explicado cómo las células reparan su ADN y salvan la información genética, lo que ha ayudado a entender mejor su funcionamiento.
Los premios Nobel se entregarán el próximo jueves en Estocolmo, a excepción del de la Paz que será en Oslo.
Los galardonados recibirán un diploma, una medalla de oro y una dotación económica de ocho millones de coronas suecas (855.000 euros, 954.000 dólares) cantidad que se reparte si hay más de un ganador en la misma categoría.
rad