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El escritor y fotógrafo Kurt Hollander estaba harto de Nueva York, su ciudad natal. Un día decidió irse a la ciudad de México a vivir a un barrio tranquilo, la Condesa. Era 1989. Ahí montó, por ejemplo, un lugar que se convirtió en uno de los mejores sitios de divertimiento nocturno, el billar Malafama. Todo iba bien, la ciudad lo recibió con los brazos abiertos, hasta que un día, tras un viaje a Perú, donde enfermó de salmonelosis, llegó a recuperarse a la capital mexicana pero fue imposible, bajó 20 kilos, permaneció enfermo por 10 años y más de una vez pensó que cualquier día moriría.

Esa experiencia de vida, sumada a un sentimiento de no ser “gringo” ni “chilango”, lo llevó a escribir el libro Formas de morir en México. Un recorrido temático sobre la muerte al estilo chilango, en el que recoge varias situaciones extremas en las que la muerte asalta de manera sigilosa la vida de los capitalinos y, paralelamente, narra la intensa enfermedad que padeció.

El libro se desarrolla a partir de cuatro ejes (aire, agua, alimento y alcohol), seleccionados por su directa relación con las principales enfermedades de los capitalinos. Junto a estos tópicos se enmarca el proceso histórico y social de la muerte en México, las prácticas médicas en la actualidad, los cultos religiosos en torno a la muerte y los tediosos trámites que se deben superar tras un fallecimiento.

“No siempre estuve seguro de que iba a estar vivo. Llevo muchos años en México, desde el 89, no soy gringo ni mexicano, pero he estado viviendo en México el tiempo suficiente para ver cómo ha cambiado; así que el libro es una autobiografía y una biografía de la ciudad de México. Habla de cómo se ha muerto su gente, pero también sobre cómo muere la ciudad”, dijo el escritor que ha colaborado en The Guardian y The New York Times.

Añadió que el libro es un canto de amor y una mentada de madre a la ciudad de México. “Soy flaco de nacimiento, pero cuando me dio colitis crónica tuve 20 kilos menos, era un esqueleto, no me veía bien, pensé que iba a morir. La ciudad de México es fuerte, si estás sano no te pasa nada, quizá sólo te quita unos años de vida y mueres de cáncer a los 70, pero si eres mayor, bebé o si tienes una enfermedad crónica, cuidado, porque la ciudad es brutal, hay tanto parásito, tanta caca en la comida, que si no tienes defensas, es fácil enfermarse. Tomaba cortisona, algo malísimo, con eso me mantenía vivo pero no me ayudaba”, dijo.

El volumen se presenta hoy sábado a las 13:00 horas en el Salón Mariano Azuela de la Expo Guadalajara.

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