Familiares, amigos, escritores y artistas dieron el último adiós y sepultaron este mediodía en el panteón municipal de esta ciudad al escritor chiapaneco Eraclio Zepeda Ramos, fallecido la víspera en Tuxtla Gutiérrez.
El cuerpo del novelista y cuentista fue colocado en una cripta familiar, a donde se le trasladó después de que le dedicó una misa en la catedral de San Marcos, oficiada por el obispo emérito Felipe Aguirre Franco.
El senador Zoé Robledo Aburto despidió al autor de "Benzulul" para quien pidió que se honre su memoria leyendo su obra literaria y conociendo su vida de valores humanos, “de congruencia y lucha” por la justicia y la igualdad.
“Que las actuales y las nuevas generaciones sepan de Zepeda Ramos para que prevalezca en el tiempo”, señaló el legislador, quien pidió al escritor que ahora que esté “en el cielo le lleve un poco de café a su extinto tío Edgar Robledo Santiago”, a semejanza de su personaje en el relato Don Chico que vuela.
Uno de los asistentes dijo que hombres como Eraclio Zepeda no se sepultan, sino que se “siembran” para que fructifiquen todavía más.
Una ex alumna de la escuela de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) agradeció al escritor de “Andando el tiempo” sus enseñanzas, sus consejos literarios y el impulso a las primeras ediciones de la obra de jóvenes escritores.
Anoche, el gobierno de Chiapas, familiares y amigos rindieron en el Congreso del Estado un homenaje póstumo al también actor, locutor y político.
El reconocimiento de cuerpo presente fue realizado en el atrio del poder Legislativo, donde al encabezar la ceremonia, el gobernador Manuel Velasco Coello dijo que la muerte del escritor no es sólo una pérdida para la literatura, sino también para el mundo porque se va "un hombre generoso, honorado y sencillo”.
Agregó que Zepeda será recordado con “honra, ilusión, alegría” aunque como persona de espíritu creativo no es posible decirle adiós, porque su obra y memoria permanecerán para que las nuevas generaciones puedan proseguí “sus huellas”.
El novelista y cuentista, dijo, trazó su existencia y creación, literaria con la fuerza de sus palabras y la convicción de sus ideas. Zepeda amaba la palabra y contar historias de su tierra; estas expresiones fueron sus mayores talentos, enfatizó el mandatario estatal.
“Con sus fuertes raíces y su amor a Chiapas y México, a través de su obra se convirtió en ciudadano del mundo”, destacó.
Zepeda Ramos recibió el año pasado la Medalla Belisario Domínguez, que otorga el Senado de la República y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014, en la rama de Literatura y Lingüística, en reconocimiento a su aportación humanística y literaria.
rqm