Más Información

“En algunos años habrá una secretaria de la Defensa”, afirma subdirectora de la Escuela Militar de Medicina

Claudia Sheinbaum, por definir asistencia presencial a reunión "urgente" de la Celac; migración, tema clave del encuentro

Noroña califica política de EU como hipócrita, racista y fascista; se solidariza con Petro ante deportaciones

Magistrada Mónica Soto propone sustituir al Comité de Evaluación del PJ; plantea someter a insaculación a aspirantes elegibles

Magistrado Reyes Rodríguez propone validar registros de aspirantes con promedio inferior a 8; excluirlos es “estigmatizante”, señala
Además de las pérdidas humanas y arquitectónicas, entre los escombros del sismo que el 19 de septiembre de 1985 sacudió la ciudad de México también se perdió una parte de la memoria del país. Aquella que estaba contenida en documentos y archivos históricos que resguardaban instituciones como la Secretaría del Trabajo, del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot) y la Secretaría de Cultura y Recursos Hidráulicos.
“Varios de los edificios que quedaron destruidos, eran instituciones de gobierno y los documentos también quedaron enterrados. En este tipo de catástrofes la memoria documental también sufre”, dice Fernanda Treviño, directora de Publicaciones y Difusión del AGN.
Treviño recuerda que en ese momento, personal del AGN empredió una labor de rescate de archivos de algunos de los edificios dañados, tal como se puede ver en imágenes que el mismo recinto ubicado en el Palacio de Lecumberri resguarda en su archivo gráfico. Desde entonces, dice, se empezó a crear una conciencia archivística y se adaptaron algunas medidas para la preservación de los documentos.