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Cuernavaca. —El nuevo reto de la artista visual Melanie Smith se puso en marcha con la exposición Obscuridades bucólicas, un performance donde se conjugan teatro, pintura, muralismo y cine.

Smith expone su trabajo como un “tras bambalinas de la escena real, del plano político, lo que pasa dentro y fuera de él”, y para ello traduce la obra de Hieronymus Bosch El Bosco y Pieter Bruegel El Viejo, del medievo y Renacimiento, en busca de reposicionarla en la escena socioeconómica actual.

“Es una nueva dirección en mi trabajo. En realidad lo importante no es el resultado final sino lo que pasa para lograrlo. Dirijo la escena de El Jardín de las delicias, de El Bosco con al menos 50 personajes en lo que llamo el vagón de la muerte, donde se vio cómo se empujaban unos a otros, lo que se refleja en el tema de la muerte, de la delincuencia, en los desaparecidos de este país”, compartió la artista.

Melanie aprovechó las bondades de la pintura y virtió su propia interpretación, apoyada del contexto del tiempo en que fue hecha la obra de El Bosco y de Bruegel, en un gran rectángulo donde ella dirigió la acción, provocando el gesto, la escena, la reacción hasta un resultado final, donde un guitarrista en vivo estará presente durante todo el tiempo de la exposición.

“La música hay que pulirla pero es totalmente incidental el efecto para la escena”, expresó la artista, quien se mostró emocionada durante la presentación que hizo ante los medios de comunicación en lo que fuera uno de los más grandes talleres del muralismo, la casa-estudio de Siqueiros, donde plasmó los murales para el Polyforum, y
en la escena más actual, donde el artista Rafael Cauduro pintó su magna obra Los siete pecados capitales,
dispuestos en la suprema Corte de Justicia de la Nación.

Todo el proceso quedó registrado en video y además en un mural donde el artista Roberto Mondragón captaba determinados momentos.

“La pintura puede fragmentarse a diferencia del video, la pintura ofrece la ventaja de que puedes apreciarla de una sola mirada y entender varios momentos, incluso la propia concepción del artista que en su discurso visual plasma la gran segmentación de clases y la reacción virulenta de la sociedad en contra del régimen político, económico e incluso hasta religioso”, abundó.

En la presentación ante medios, Smith se situó en la escena, dirigió la acción y reacción de al menos una veintena de actores caracterizados como plebeyos de la Edad Media, quienes sostenían un enfrentamiento constante para entrar y salir de un pequeño vagón con picos el cual se ubicaba en una de las esquinas del rectángulo.

Megáfono y story board en mano, Melanie dio indicaciones, llamó por su nombre a cada actor, se tomó dos segundos para una breve instrucción que de inmediato fue realizada por el o los actores.

En una de las escenas hubo al menos 50 personajes, entre los de la clase baja y la nobleza, que dio “cátedra” de la opresión e impunidad.

Unos siete personajes caracterizados como esqueletos rondaron a todos los personajes hasta que en el momento del clímax acompañaron a un enfermo de peste quien yacía en un ataúd y se levantaba sólo para echar la última mirada alrededor.

Un caballo amarillo de utilería era un punto focal, ya que las escenas se desarrollaron prácticamente a su alrededor en todo momento.

Al final del gran taller, que Smith ha “adoptado” como suyo, dijo, sobresalía Roberto, el muralista, encaramado en un andamio, quien no perdía detalle de la escena y la iba plasmando conforme se desarrollaba, la cual sería afectada con la siguiente escena y así sucesivamente.

El grito de corte detuvo la acción y una excitada y cansada Melanie agradeció a los actores, a la prensa y a todo aquel que forma parte de su equipo.

A la par, dos camarógrafos registraron los momentos, y no cortaron la grabación a pesar de que el perfomance había terminado, por lo que Melanie auguró que sería un proceso largo y agotador el de la edición.

El proyecto, en La Tallera, casa-estudio David Alfaro Siqueiros, fue inaugurado el sábado 25 al mediodía; en un lapso de tres meses habrá un total de siete puestas en escena que a su vez conformarán una gran escena, tanto en el mural como en el video.

“Este es un gran reto para mí, porque es la primera vez que mi trabajo lo hago con público, yo misma soy parte de la escena, que a la vez irá superponiéndose a la anterior, por lo que aún no sé cuál ni cómo será el resultado final”.

Smith trabajó anteriormente con el concepto del mural de Diego Rivera en Palacio Nacional. El resultado de las Obscuridades bucólicas será donado al Instituto Nacional de Bellas Artes y a La Tallera.

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