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Más de 50 retratos que condensan el claro interés por el recuerdo, el color y las emociones del recientemente fallecido Howard Hodgkin (1932-2017), podrán contemplarse desde mañana en la National Portrait Gallery de Londres.
"Howard Hodgkin: Absent Friedns" (Howard Hodgkin: Amigos ausentes) se inaugurará apenas quince días después de la muerte del pintor británico, a los 84 años, mientras se ultimaban los preparativos de esta amplia exposición, que abarca ocho salas.
Con obras que datan de 1949, cuando el artista londinense era un adolescente, hasta 2016, la galería repasa de manera exhaustiva la interesante evolución pictórica, durante 65 años de carrera, del que fue una de las figuras centrales del arte contemporáneo, difícilmente clasificable.
Según recordó hoy Paul Moorhouse, el comisario de la muestra, el artista "estaba claramente preocupado por el recuerdo y las emociones y tildarlo de pintor abstracto es una equivocación".
"Cuando le planteé por primera vez la idea a Howard de hacer una exposición sobre sus retratos, su respuesta inmediata fue:'¡por fin!'", recordó este experto, que recalcó que realmente quería "que ese aspecto importante de su trabajo se viera en profundidad".
Uno de los platos fuertes es un autorretrato de enormes dimensiones que pone fin a la exposición, y que Hodgkin completó con la exposición de la National Portrait Gallery en mente, "Portrait of the Artist Listening to Music", terminado a finales de 2016.
Según Moorhouse, esa gigantesca y llamativa nueva obra "se acerca todo lo máximo a lo que en realidad era la verdadera esencia de Howard" y será probablemente considerada en el futuro como "uno de sus mejores cuadros".
El cuadro representa "una reflexión emotiva sobre uno de los temas recurrentes en la obra de Howard, el de recordar, que aquí recibe una expresión a veces íntima, a veces emocional", explicó el comisario.
La selección de cuadros contempla también una serie de dibujos no vistos hasta la fecha de la adolescencia del autor, de cuando era un estudiante en Bath (norte de Inglaterra), y que pertenecen a su colección privada.
Uno de ellos, "Memoirs" (1949), pintado cuando tenía 17 años, recuerda una estancia de verano en Long Island (EU), donde el artista vivió exiliado de la guerra, en la que se autorretrata -entonces con 15 años- junto con una amiga de la familia.
Entre ellos, figuran el retrato hecho a su entonces casera, Miss Spackman, otro de una compañera de estudios, que llama "Blondie" y "Two Women at a Table", de 1953.
Para concebir esos dibujos el pintor empleó su memoria y sus recuerdos a fin de recrear situaciones y personas del pasado mientras que gran parte de la muestra recoge retratos de amigos y conocidos del artista, entre ellos David Hockney.
El director de la National Portrait Gallery, Nicholas Cullinan, recordó hoy en la presentación a los medios que la obra de Hodgkin "se ha resistido a la clasificación y a la explicación fácil" a lo largo de los años.
Cullinan, que dijo que la exposición es, "de alguna manera, un evento agridulce", al estar tan reciente el fallecimiento del pintor, observó que pese a que a Hodgkin se le encuadró con frecuencia dentro del arte abstracto, "su principal preocupación fue evocar la presencia humana".
sc