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Parece casi imposible resumir una de las carreras más distinguidas del fotoperiodismo en tan solo cuatro palabras, pero así lo describe el propio Nick Ut: "Del infierno a Hollywood".
El fotógrafo ganador del Premio Pulitzer, que se retira este mes luego de 51 años con The Associated Press, tiene imágenes para demostrarlo, la más famosa de ellas una impresionante foto en blanco y negro de la Guerra de Vietnam conocida simplemente como "La niña del napalm".
Es la foto de una pequeña de 9 años aterrorizada corriendo desnuda por una carretera rural, con el cuerpo quemado por las bombas de napalm arrojadas en su aldea momentos antes de que Ut capturara la emblemática imagen.
"Esa fotografía ilustró de manera dramática lo que se había convertido en una hecho regular en Vietnam con los años: napalm en pueblos lejanos, civiles muertos y aterrorizados por la guerra, fotos que rara vez vimos en el pasado", dijo Peter Arnett, un distinguido corresponsal de guerra también laureado con el Pulitzer. "Esta foto reveló el tipo de detalles que eran una parte integral de lo que fue la guerra, por eso su publicación fue tan significativa e importante".
Ut tenía apenas 21 años cuando tomó la foto el 8 de junio de 1972, y de inmediato dejó de lado su cámara para trasladar a Kim Phuc a un hospital, donde médicos le salvaron la vida. En los siguientes 44 años llegó a tomar miles de fotos más, incluyendo imágenes de prácticamente todas las celebridades de primera línea que recorrieran una alfombra roja en Hollywood o entraran a un tribunal.
"Cada estrella que esté en problemas me verá", bromea el amigable fotógrafo de 65 años, que aunque ha visto su pelo oscuro tornarse gris mantiene un encanto juvenil y un irreprimible entusiasmo por su trabajo.
Una mañana reciente, en una sala de conferencias de la oficina de la AP en Los Ángeles, Ut ojeaba un portafolio con algunas de sus imágenes más famosas.
Hay una del actor Robert Blake llorando en un juzgado momentos después de ser absuelto del asesinato de su esposa. Otra de Michael Jackson bailando sobre una camioneta afuera de un tribunal donde más tarde fue exonerado de cargos de abuso de menores. Y quizás la más emblemática de todas: una de Paris Hilton llorando en camino a la cárcel por infracciones de tráfico el 8 de junio del 2007, en el 35 aniversario del día en que Ut fotografió a "La niña del napalm".
Warren Beatty una vez apartó a Ut en una ceremonia en el Paseo de la Fama de Hollywood para pasar 30 minutos con él hablando de emblemática imagen. Tras enterarse de que Ut fue quien la había tomado, la actriz Joan Collins abrió una botella de champaña para Ut durante una sesión de fotos en su casa, una reacción mucho más amigable, dijo el fotógrafo, que la que obtuvo de la actriz previamente en un juzgado durante una audiencia para resolver su amargo divorcio.
"Esa foto me cambió la vida. Le cambió a Kim la vida", dijo de su encuentro fortuito en un polvoriento pueblo vietnamita llamado Trang Bang. Acababa de terminar de fotografiar cuatro aviones volando bajo para lanzar las bombas de napalm que prendería la aldea de Phuc en llamas cuando vio a un grupo de hombres, mujeres y niños aterrados salir corriendo de una pagoda por sus vidas.
Tras lograr esa imagen perfectamente encuadrada, guardó su cámara, le dio de beber agua a la niña herida, echó agua sobre sus heridas y la subió con otros a su van de la AP para llevarlos a un hospital. Cuando los doctores se negaron a admitirla argumentando que no podrían salvarla por la gravedad de sus heridas, Ut les mostró furioso su carnet de prensa y al día siguiente les dijo que la foto de la niña aparecería por todo el mundo junto con una explicación de cómo el hospital se negó a ayudarla.
"Lloré cuando la vi corriendo", Ut le dijo una vez a un reportero de la AP. "Si no la ayudaba, si algo le ocurría y moría, creo que me hubiera suicidado después de eso".
Hoy Kim Phuc es una esposa y madre de 53 años radicada en Canadá y sigue siendo amiga cercana de Ut.
Pero su foto, tan dramática como fue, era solo una pequeña porción de los horrores que Ut vio durante aquellos años de guerra.
Mientras revisitaba imágenes de aldeas destruidas, cadáveres apilados por todas partes y padres llorando a sus hijos muertos, Ut contó cómo llegó a ser un fotógrafo de guerra.
Undécimo de 12 hijos, creció idolatrando a uno de sus hermanos mayores, Huynh Thanh My, un actor apuesto que parecía destinado al estrellato cinematográfico hasta que la Guerra de Vietnam se interpuso en el camino. Huynh fue contratado por la AP y estaba en una asignación en 1965 cuando él y un grupo de soldados con los que se encontraba fueron atacados por rebeldes del Viet Cong que los asesinaron a todos.
En el funeral de su hermano, Ut se acercó al ya difunto Horst Faas, editor de fotos de la oficina de la AP en Saigón, para pedirle trabajo. Pero Faas, ganador de dos premios Pulitzer, lo rechazó vehementemente; no quería que la familia Huynh perdiera a otro hijo.
Tras pasar semanas fastidiándolo, Faas finalmente cedió y contrató a Ut el 1 de enero de 1966, pero le dio al joven de 15 años una orden estricta: bajo ninguna circunstancia iba a ir con su cámara a una zona de guerra.
Así que Ut pasó los dos años siguientes trabajando en el cuarto oscuro y tomando fotos alrededor de Saigón hasta una mañana de enero en 1968, cuando lo sorprendió la guerra a él.
"Recuerdo que Nick llegó tarde esa mañana muy emocionado diciendo, 'El Viet Cong está peleando cerca de mi casa. Tengo fotos de tropas vietnamitas atacándolos, fotos maravillosas", recordó Arnett, que entonces trabajaba para la AP, en una entrevista reciente.
A partir de ese día, Huynh Cong Ut, de 17 años, era un fotógrafo de guerra.
En los años que siguieron resultó herido en cuatro ocasiones y vio un cohete pasar tan cerca de su cabeza que literalmente le hizo la partidura en el cabello. Su mejor amigo en la oficina de Saigón, el célebre fotógrafo Henri Huet, murió en 1971 tras tomar voluntariamente el puesto de Ut para una asignación en un helicóptero que fue derribado.
Fue Huet, dijo Ut, el que le dio su apodo de Nick, luego que otros colegas tuvieran dificultades para pronunciar su nombre.
"Por eso mantuve el nombre de Nick Ut, en honor a Henri", dijo con la voz entrecortada momentáneamente por la emoción.
Cuando Saigón cayó a manos de los rebeldes en 1975, dos años después de que las fuerzas estadounidenses se retiraran, Ut tuvo que huir de Vietnam como otro miles. Tras una breve estancia en un campo de refugiados en California, la AP lo puso a trabajar en su buró de Tokio.
Fue ahí donde conoció a su esposa, Hong Huynh, otra expatriada vietnamita. Era incluso del mismo barrio de Ut, pero nunca se habían conocido. Se mudaron a Los Ángeles en 1977, cuando Ut comenzó el capítulo hollywoodense de su carrera fotográfica. Tienen dos hijos adultos y dos nietos, de 8 y 10 años.
Ahora que se jubila Ut planea dedicarse a cuidar de sus nietos y, por supuesto, a seguir disparando su cámara.
"Tomaré fotos hasta que me muera", dijo el menudo fotógrafo conocido en Los Ángeles por sus 1.59 metros de estatura y su sonrisa de oreja a oreja. "Mi cámara es como mi doctor, mi medicina".
nrv