El museo de arte contemporáneo Garage ha rescatado medio centenar de aguafuertes de Francisco de Goya para una exposición conjunta con el director de cine soviético Serguéi Eisenstein y el artista estadounidense Robert Longo, en los que el genio español influyó poderosamente.
"Para mí Goya es un gigante en la historia del arte. Lo descubrí como estudiante y tuvo una gran influencia en mi trabajo. Los aguafuertes que exponemos no son pequeñas obras, son grandes obras", dijo Longo.
El estadounidense colaboró con el museo Garage de Moscú, fundado en 2008 por el multimillonario Román Abramóvich y su esposa, para montar la exposición "Prueba" (Proof), que pone al descubierto las interconexiones entre los tres artistas, su desapego al poder y sus visiones de las turbulencias que les tocaron vivir.
Goya habla de la España de principios del siglo XIX que intentaba liberarse de la invasión napoleónica, Eisenstein de la Revolución Bolchevique de 1917 y Longo de finales del siglo XXI.
"Un artista nos puede ofrecer una visión fresca sobre lo que ocurre en el mundo, diferente a los medios. Por eso elegimos el blanco y negro, el color de las noticias", señaló Kate Fowle, comisaria de la muestra.
Para ello, el Museo Central de Historia Contemporánea de Rusia cedió 49 trabajos de Goya, que incluyen los "Desastres de la Guerra", "Los disparates", "Los caprichos" y "Tauromaquia".
Instalados "en una especie de capilla o lugar santo", como lo definió Longo, los aguafuertes llevan de la mano al visitante a la España de principios del siglo XIX, lastrada por la violencia, los prejuicios y la superstición.
"Goya me enseñó a ser artista. Fue el primero en liberarse de los gobiernos y de la iglesia. Tuvo que trabajar para el rey y distintos gobiernos hasta que encontró su propia voz. Él creaba sus propios temas. Nadie le decía que debía pintar a Jesucristo o al Rey", agregó Longo.
"Tampoco" muestra con un dramatismo insuperable los desastres que conlleva la guerra cuando un soldado francés mira ufano a un ahorcado, mientras en "Lo mismo" el protagonista es un héroe español que se dispone a matar de un hachazo a un invasor, pero cuya cara es una calavera.
La comisaria se inclina por "No se puede mirar", una versión en miniatura de "El 3 de mayo en Madrid" en la que se puede ver a varios hombres, mujeres y niños implorando por su vida.
"Me encanta cómo no se ve al pelotón de fusilamiento, pero sí los fusiles. Se ve que son gente pudiente, pero su riqueza no les vale de nada. Es un escena dramática, pero la presencia de esos fusiles la convierte en una tragicomedia", comentó.
Como no podía ser de otra forma, el horror es el hilo conductor de "Los disparates" como en la pintura en la que un caballo rapta a una mujer "El caballo raptor" o un grupo de hombres con alas de murciélago sobrevuela a un grupo de soldados en "Modo de volar".
Para "Los caprichos" los organizadores escogieron seis grabados, entre ellos "El sueño de la razón produce monstruos", una joya que provoca escalofríos por las bestias que atormentan al protagonista, mientras "Tauromaquia" incluye a mismísimo Carlos V clavando la puya a un toro.
"Lo interesante es que esos grabados fueron entregados en 1937 a la URSS en el 20 aniversario de la Revolución Bolchevique como agradecimiento por la ayuda prestada durante la Guerra Civil", dijo Fowler.
Según reconoció el propio Eisenstein, el pintor español tuvo una gran influencia en sus películas, cuyas imágenes más famosas son mostradas por Garage en cámara lenta, como en la escena de la escalera y la cuna de "El acorazado Potemkin", copiada hasta la saciedad en la historia del cine.
"Si ves los aguafuertes de Goya con su dramatismo, los levantamientos y las turbulencias, enseguida ves su influencia en el cineasta soviético. Además, supimos que la tía de Eisenstein guardaba una colección privada de aguafuertes de Goya", destacó la comisaria.
Eisenstein también está presente en la exposición con los dibujos y bocetos que hizo para sus dos películas más representativas: Iván el terrible y Alexandr Nevski.
En cuanto a Longo, la comisaria destacó que "en cuanto entras en su estudio, ves que ha estado largo tiempo fascinado por la figura de Goya", un pintor "que traspasa la geografía, los tiempos y los idiomas".
"Incluso si no conocemos la historia de España, podemos entender lo que pasó viendo su obra. Longo hace lo mismo con el siglo XXI. Por eso son tan cercanos", resaltó sobre el estadounidense, que homenajea a Goya con una escultura dedicada a la procesión de los disciplinantes y a Picasso con un dibujo a gran escala casi fotográfico de "El Guernica".
La muestra estará en el Museo Garage de Arte Contemporáneo, en Moscú, del 30 de septiembre hasta el 5 de febrero de 2017.
nrv