La obra The Spy Booth (La cabina espía), del artista callejero británico Banksy, ha desaparecido durante la rehabilitación de la vivienda sobre la que estaba pintada, según confirmaron hoy las autoridades.
El mural del graffitero, cuya identidad ha permanecido desde siempre rodeada de misterio, apareció en abril de 2014 pintada sobre la pared exterior de una casa de dos plantas del siglo XIX en la localidad de Cheltenham, a unos 175 kilómetros al oeste de Londres.
La pintura, realizada en torno a una cabina telefónica real, muestra a tres espías con la estética y los medios de 1950, ataviados con gabardinas, gafas de sol y sombrero, apuntando sus micrófonos y grabadoras hacia el interior de la propia cabina.
Esta obra, una de los más reconocidas de Banksy, ironizaba sobre los programas de los gobiernos para espiar a sus ciudadanos, ya que la escena estaba situada a sólo cinco kilómetros del GCHQ, el centro de escuchas británico.
En febrero de 2015, debido a la gran expectación que surgió tras la aparición del mural, el consejo municipal de la localidad aprobó una normativa por la que se protegía la obra y se prohibía moverla de su ubicación sin el visto bueno de las autoridades.
Pese a esta protección, la obra había sido vandalizada con pintadas y graffitis en numerosas ocasiones.
A comienzos de este año, los dueños pusieron la propiedad a la venta por 210 mil libras (275 mil dólares) y en los últimos días habían aparecido alrededor del inmueble varios andamios para llevar a cabo la rehabilitación de la casa.
"Ya habíamos hablado con el dueño", aseguró Mark Nelson, del consejo municipal de Cheltenham. "La protección de la obra de Banksy había sido siempre una de nuestras prioridades, y el dueño sabía que era una obligación protegerla mientras se llevaran a cabo las obras", comentó.
jpe