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El artista indio Anish Kapoor (Bombay, 1954) tiene claro que la primera gran responsabilidad de un escultor que trabaja obras para espacios públicos es hacer bien su trabajo, pues no sólo se trata de ocupar un lugar en las plazas, calles o jardines. “Trabajar con el espacio público no es únicamente poner un objeto allá afuera. ¿A quién le importa eso? Es algo más complejo... Importa todo el tipo de relaciones simbólicas que esos objetos quieren decir”, sostuvo el artista indio.
Kapoor, quien ayer por la mañana charló con los medios sobre su exposición Arqueología: Biología, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), aseguró que para un escultor es difícil prever cómo será recibido su trabajo en el espacio público, pero tiene el deber de hacerlo de la mejor manera.
Para el artista, una de las piezas que cumple con estas condiciones es el Espacio Escultórico, razón por la que, dijo, decidió unirse a la campaña de defensa de esta obra ubicada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo entorno se ha visto vulnerado por la construcción de un edificio de varios pisos.
“Yo entiendo que es un edificio universitario, que tiene un buen propósito, pero está en mal lugar”, expresó ayer a algunos medios que se reunieron con él tras la conferencia de prensa.
Así criticó el edificio “H” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el cual ha sido señalado por un grupo de artistas porque bloquea la panorámica del Espacio Escultórico
Considerado uno de los artistas más importantes de la escena contemporánea, Kapoor también es conocido por su activismo social y en días recientes expresó su apoyo a la lucha que ha emprendido la Asociación Civil Salvemos el Espacio Escultórico. “El arte ocupa más espacio que el espacio físico propio del objeto. Cuando algo interfiere como en el caso de este edificio, la obra de arte se deprecia, despojándola de esas cualidades poéticas e intangibles”, declaró en su mensaje de apoyo al grupo de defensores del conjunto escultórico ubico en CU.
Ayer, el artista indo-británico volvió a destacar las cualidades poéticas de esta obra ideada por el artista plástico Hersúa . “Es una muy buena obra. Es una obra mexicana moderna, pero que hace referencia a la cultura mexicana en su conjunto”.
Kapoor, quien vive y trabaja en Londres, llegó a México esta semana para supervisar el montaje de las 22 piezas que se presentan por primera vez en América Latina. En los últimos días pasó varias horas en las salas del MUAC trabajando con los curadores y museógrafos sin dar declaraciones a la prensa, hasta ayer. Vestido de negro, siempre sonriente, bromista, atento a las preguntas y comentarios, el escultor inició su intervención con una advertencia: “Lo que yo tengo que decir como artista no es muy importante”. Y es que para él, el trabajo propio de un artista no es el de transmitir mensajes, sino hacer que a través de sus obras surjan nuevos significados.
Crear nuevos significados es la intención de estas 22 obras a gran escala que conforman esta exposición, ya que, según el propio artista y los curadores, las piezas adquieren por sí mismas una dimensión propia que seduce al espectador y lo invitan a desplazarse, a recorrerlas con el fin de experimentar las formas en el espacio.
El traslado de estas obras que llegan por primera vez a América Latina implicó un largo y complejo viaje, ya que fueron transportadas en tres barcos, dentro de 20 contenedores que partieron de South Hampton, Reino Unido, hasta México.
Según los organizadores de la muestra el peso en conjunto de estas piezas monumentales es de 562 mil kilogramos, las cuales exigieron una gran capacidad de logística y un espacio de exhibición especial para que el público mexicano pueda admirarlas.
Nacido en Bombay, en 1954, de padre indio y madre judeoiraquí, Kapoor estudio en el Hornsey College of Art y luego estudio un posgrado en la Chelsea School of Art en Reino Unido en 1978.
Durante su estancia en nuestro país, el artista hizo referencia a sus raíces y a la cultura de su país de origen, la cual, comentó, encuentra muy cercana a la de México, por su pasado colonial y su historia y tradición cultural.
La exposición, curada por la historiadora del arte británica Catherine Lampert, no es cronológica, pero ofrece un horizonte del trabajo de Kapoor que abarca desde 1989 y hasta su más reciente creación, como Memoria de la lengua.
En el MUAC, la muestra está conformada en cuatro temáticas: “Formas autogeneradas”, que se integran con obras realizadas con pigmento, el material que lo colocó en la escena artística en los años 70. En esa sección se pueden apreciar obras como Para reflejar una íntima parte del rojo, creada en 1981, y la serie titulada 100 nombres, piezas que parecen emerger del suelo como icebergs.
La segunda sección en la exhibición es “Formas de belleza”; en ella se pueden ver obras como Cuando estoy gestando, que tiene que ver con el proceso artístico, y Curva C.
En la tercera sección se puede ver la cúpula At the Edge of the World II, que se trata de una pieza que pone en juego la escala del lugar, la pieza y el espectador. Según la curadora de la muestra, se trata de una obra que “flota a 2.4 metros sobre la cabeza. El espacio profundo se acerca a la condición de vacío, una representación del infinito y un interior vasto”.
La última sección, donde se pueden ver algunas de las últimas obras del artista, se titula “Fuerzas impredecibles”, donde se ubica una de las piezas emblemáticas: Mi patria roja, hecha en 2003, y que es el centro de una serie de piezas con cavidades profundas e interiores oscuros, como una herida en la pared, pieza que también le da nombre a esta gran exposición: Arqueología y biología.
La muestra, que es producida por el MUAC y su patronato, se podrá ver a partir de hoy en el recinto universitario y estará hasta el próximo martes 27 de noviembre.
Hoy, a las 11 horas, el artista participará junto a Catherine Lampert y Cuauhtémoc Medina en una conversación pública pre-inaugural en la que hablarán de su obra. Auditorio del MUAC, entrada libre.
