El restaurador mexicano Carlos Alberto Trigueros llegó a Chile en noviembre de 2011 con una tarea precisa: reparar los murales mexicanos de las sureñas Chillán y Concepción dañados por el terremoto de febrero de 2010.

Hoy, exactamente cuatro años después, enseña sus conocimientos en materia de la técnica muralista mexicana a los jóvenes chilenos.

Trigueros se quedó en Chile por amor. Se enamoró de la profesora chilena Gisela Sanhueza y dejó su trabajo en México para volcarse a una tarea muy importante: enseñar a los jóvenes de un liceo de esta localidad, distante 400 kilómetros al sur de Santiago, en la práctica, el arte muralista con la técnica que aprendió en su tierra natal.

Con 13 años de experiencia en el Taller de Restauración de Pintura Mural del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, el maestro mexicano aseveró que “estamos desarrollando murales didácticos para la comunidad estudiantil”.

“Los estudiantes se han interesado mucho en los murales y quiero que ellos aprendan a valorar las obras que realizan acá”, subrayó Trigueros.

Un par de salas del Liceo Bicentenario de San Nicolás ya lucen los coloridos trabajos realizados por los jóvenes bajo la asesoría del experto mexicano, quien además proyecta otros dos murales, uno de ellos de grandes dimensiones en una muralla del internado.

En un recorrido por el centro educacional, Trigueros mostró con orgullo el trabajo de sus alumnos, quienes volcaron en las murallas su talento artístico, bajo su atenta mirada, con el fin de dejar plasmadas sus tradiciones, sus miradas del mundo, los colores de su tierra.

“El primer mural que realizaron unos 80 alumnos del liceo se terminó en mayo de 2014, el tema era el campo y su importancia en Ñuble”, indicó Trigueros.

“Muestra a un cantor de la zona con su guitarra, una mujer también tocando la guitarra, un par de niños escuchando, una pareja de campesinos, una trilla con caballos, el paisaje de la zona, con montañas y vides, y en el techo América con un cóndor y otras aves”, detalló.

El artista mexicano, que lleva dos años trabajando en el liceo, comentó que “estamos aplicando técnicas de restauración que se usan en México para realizar estas obras”.

“De lo que más me siento satisfecho es cuando los niños logran pintar y se sienten contentos con su obra, eso hace que ellos valoren el mural y se sientan dueños de esto”, enfatizó.

Uno de los proyectos en el que trabaja con los niños es una pintura que simboliza el encuentro de los españoles con los indígenas, donde aparecen el líder mapuche Lautaro y el conquistador español Pedro de Valdivia, el cual será ubicado en uno de los pasillos del liceo.

Un segundo proyecto, de mayor envergadura, contempla realizar un gran mural en el patio del internado del liceo “que contendrá la fauna endémica de Chile, porque es importante para un país tener respeto hacia la naturaleza”.

El director del Liceo Bicentenario de San Nicolás, Víctor Reyes, dijo que “nosotros queremos que nuestros niños aprendan, no solamente que conozcan los murales mexicanos de Chillán (de David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero) y Concepción (de Jorge González Camarena), sino ir formando artistas, de lo contrario, eso se va a perder”.

“Si el niño aprende y desarrolla el talento innato que trae por la pintura, y ese talento lo vinculamos a lo que es hoy los murales y las técnicas mexicanas, será muy importante, vamos a proyectar, vamos a crecer, esto no va a morir, sino que se desarrollará cada vez más”, comentó.

Reyes indicó que “el mundo rural chileno nace con la cultura mexicana, y la va permeando con la cultura de nuestro país, por lo tanto el campesino de esta zona (provincia de Ñuble) conoce y valora lo que México ha entregado a través de su música”.

Señaló, respecto al proyecto educativo del liceo, que tiene mil 300 alumnos, que “existe una línea muy importante que es el arte. Nosotros estamos convencidos que el arte es un derecho que los alumnos tienen, y desde esa perspectiva estamos potenciando el desarrollo del arte en la música, la danza y la pintura”.

“Y dentro de la pintura quisimos incorporar a un artista mexicano, Carlos Alberto Trigueros, para que sea nuestro colaborador, que trabaje técnicas de murales que sean transmitidas a las nuevas generaciones”, apuntó.

De esta forma, los niños de San Nicolás se convertirán en el futuro en discípulos y herederos del muralismo mexicano, en una zona de Chile donde México juega de local desde hace décadas con su música y baile.

Y desde ahora con el arte plástico, aquel que hace varios años Siqueiros y Guerrero dejaron en la Escuela México de Chillán y González Camarena en la Universidad de Concepción y que hoy es un patrimonio cultural de todos los chilenos.

rqm

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses