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Un muelle puede ser el lugar ideal para hablar de los objetos perdidos, donde observemos detenidamente que el vaivén del mar se asemeja a la melancolía que inunda nuestra mente con pasajes dolorosos de la vida, pero al final, en el puerto del abandono, puede que encontremos alguna pista o solución para transformarnos nuevamente.
De esto habla La nostalgia de las pequeñas cosas, puesta en escena que se presentará del 14 al 28 de mayo en el Centro Cultural Carretera 45. El montaje entrelaza tres historias de manera audaz con un final sorpresivo. Está planteada en tres planos distintos: el primero sobre el mundo de lo real, lo cotidiano; el segundo es el desdoblamiento, donde cada personaje a manera de coro se parte en cuatro voces para dialogar entre ellos o con el público de su conflicto interno, divagando para encontrar respuestas; y por último, el realismo mágico, donde una extraña barca nos transportara de manera onírica a la isla de las cosas perdidas.
Escrita y dirigida por Ángel Luna, la obra busca hacer reflexionar a jóvenes y adultos sobre la importancia de reconocer lo que les causa daño, de dejar atrás las promesas no cumplidas y las personas que los atan al pasado, resaltando en cada caso la esperanza de retomar nuevos caminos.
La escenografía se basa en un dispositivo escénico de cuatro bancas inspiradas en la idea de un muelle que permiten, a manera de legos, la creación de distintos espacios y convenciones, logrando que el trabajo recaiga sobre el actor y su voz.
El dramaturgo y director comentó que este proyecto inició en el 2013 después de una reunión con un amigo, luego descubrió que quería hablar de cómo la vida se detiene cuando se pierde a un amor. “Desde entonces a la fecha la obra se ha escrito y reescrito muchas veces, siendo esta la versión que más nos gustó. A finales del año pasado me plantee montarla y coincidí con mi amiga Sandra que tenía ganas de regresar a producir, con el único objetivo de hacer obras que conmuevan y compartirlas con el público.
“Nuestra forma de trabajo es plantear espacios sencillos, minimalistas, que el trabajo siempre recaiga sobre el actor y buscar que la música tome un lugar importante en cada puesta”, comentó el director.
El elenco lo conforma Aldo Barhego (Mario), Florencia Ríos (la mujer sin nombre), Andrés Torres Orozco (Glänzend) y Xochitl Galindres (Globo); la producción está a cargo de Sandra Narváez y Eduardo Romo como asistente de producción.
La nostalgia de las pequeñas cosas se presentará sábados y domingos a las 13:00 Hrs., del 14 al 28 de mayo en el Centro Cultural Carretera 45 (Juan Lucas de Lassaga 122, col. Obrera). Las localidades se adquieren en la taquilla del Foro y tienen un costo de $90, entrada general.
jpe