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La Comisión Europea (CE) propuso hoy nuevas normas para proteger los derechos de autor en los medios digitales, incluido un nuevo derecho para la reproducción en internet de contenidos de prensa o la obligación para plataformas como YouTube de vigilar que los usuarios no cometan infracciones.
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, avanzó hoy en su discurso sobre el estado de la Unión algunas de estas propuestas y defendió "que los periodistas, editores y autores reciban una justa remuneración por su trabajo", ya sea difundido "mediante una fotocopiadora o un hipervínculo comercial en la web".
La amplia revisión de la normativa sobre derechos de autor concede un "nuevo derecho afín para los editores", que serán "por vez primera reconocidos jurídicamente como titulares de derechos".
Según Bruselas, permitirá que los editores se encuentren en "mejor posición para negociar el uso de sus contenidos con los servicios en línea que los utilizan u ofrecen acceso a ellos".
Además, la nueva ley obligará a plataformas como YouTube, Dailymotion o Soundcloud a "utilizar medios eficaces", como tecnologías, para detectar automáticamente las canciones o las obras audiovisuales que los titulares de derechos hayan identificado y cuya autorización o retirada hayan acordado con las plataformas.
Según la actual directiva de 2001, estos proveedores no tenían la "obligación general de controlar la información que transmiten o almacenan, o de buscar activamente hechos o circunstancias que indican actividad ilegal".
La reforma les obligará a "tomar medidas apropiadas y proporcionadas para garantizar la protección de las obras subidas por los usuarios", aunque según la CE "no afectará a la manera en que los usuarios comparten obras protegidas por derechos de autor en línea", ya que corresponderá a las plataformas aplicar las medidas necesarias.
La propuesta sólo se centrará en los servicios que obtienen beneficios de la distribución de contenidos.
El proyecto de directiva también obliga a los editores y productores a "ser transparentes e informar" a los intérpretes de los beneficios que han obtenido por la difusión de sus obras en plataformas como Netflix o Spotify, y crea un mecanismo para ayudar a los autores a negociar una remuneración equitativa cuando ésta sea desproporcionadamente más baja frente a los beneficios digitales.
Por lo que se refiere a los operadores de radiodifusión y proveedores IPTV, la CE propone un mecanismo jurídico para que obtengan más fácilmente la autorización de los titulares de derechos necesaria para retransmitir programas en línea en otros países, al mismo tiempo que se emiten en su país por televisión, incluidos los servicios en diferido.
Los operadores que ofrecen paquetes de canales (como Movistar+) también podrán obtener las licencias de las entidades de gestión colectiva en lugar de negociar con cada titular de derechos.
Los derechos se deberán conceder a través del principio del país de origen del medio difusor del contenido y, para ello, la CE insta a los Estados a crear órganos de negociación de acuerdos para la concesión de licencias.
Por otra parte, la CE propone ayudar a museos, archivos y otras instituciones a digitalizar, y la oferta transfronteriza de obras fuera del circuito comercial, como libros o películas protegidos por derechos de autor pero que ya no están disponibles para el público.
Asimismo, dará financiación para el doblaje y el subtitulado de películas para mejorar su distribución digital.
Las normas propuestas incluyen excepciones para permitir que los centros educativos utilicen materiales digitales y que las instituciones del patrimonio cultural preserven obras en formato digital a fin de garantizar su supervivencia.
nrv