Marina Abramovic ya sabe exactamente cómo será su funeral. Incluso, quiere hacer de él su última obra de arte.
La exponente del performance, de 67 años y en buen estado de salud, reveló los detalles de su sepelio. "Un artista debe morir conscientemente y sin miedo", expresó a The Guardian. Añadió que para ese día quiere tres cuerpos -uno real, dos falsos- que descansarán en las ciudades donde más tiempo vivió: Belgrado, Amsterdam y Nueva York. Pero nadie sabrá dónde descansa el verdadero cuerpo de la artista.
Sin embargo, Abramovic desea tener un funeral fuera de lo común. Nada de lágrimas ni dolor. Tiene pensada una colorida vestimenta, "podría ser incluso rosa", admite. Además, mucho humor negro y la presencia de Antony [Hegarty], de Antony and the Johnsons, cantante y amigo de la artista. "Debes pensar en todo", añadió.
La serbia, que en fechas recientes ha visitado América Latina (Brasil y Argentina) recuerda cuando murió su amiga, la escritora Susan Sontag. "Fue el funeral más triste en el que he estado y ella es uno de los más grandes seres humanos que he conocido. Estaba llena de vida y era una increíble escritora", dijo a The Guardian.
Marina Abramovic explicó en todo momento que el funeral de un artista debe ser la última pieza antes de despedirse y que se deben dejar instrucciones "para que todo se haga de la manera que él quiere".
sc
