Si notas que alguien tiene un estado de ánimo irritable, cansancio, falta de energía, dificultad para concentrase, cambio de apetito, exceso de sueño, odio a si mismo, pensamientos repetitivos de suicidio, sentimientos de abandono o pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, como el sexo, ¡cuidado! Puede tratarse de una persona depresiva que necesita ayuda.
jpe