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¿Es posible tener un derrame cerebral o accidente cerebrovascular (ACV) tan pequeño que ni siquiera el paciente se percate? La respuesta es sí, pues las personas tienden a confundir esto con algo menos grave como un simple dolor de cabeza fuerte –pero nada más allá–. Alrededor de una de cada tres personas los ha vivido.
Estos son los datos del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), que fueron presentados esta semana.
Estos "mini derrames" se llaman ataque isquémico transitorio (AIT), y se dan cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se detiene brevemente y luego vuelve a la normalidad.
El CDC revisó los datos de más de 2 mil personas y, en la mayoría, el síntoma más común fue un fuerte y repentino dolor de cabeza, que desapareció en cuestión de una hora o dos. Otras personas reportaron mareos, entumecimiento de la cara, o pérdida de equilibrio.
Solo el 3% de estas personas llamó al 911, la mayoría de las personas se tomó un analgésico o descansó hasta que los síntomas se disiparan. Esto puede deberse a que el 77% de las personas tomadas en cuenta en el estudio desconocían la existencia del AIT.
Para los especialistas del CDC esto es un problema, porque el 15% de los derrames cerebrales son precedidos por un AIT, y es algo que debe tomarse en cuenta. Todos los síntomas que señalaron los encuestados podrían ser indicadores de un AIT o un ACV.
"Si usted o alguien a quien conozca experimenta una señal de advertencia que aparece de repente (independientemente de si desaparece o no), llame al 911 de inmediato. Así mejorará las probabilidades de un diagnóstico preciso, tratamiento y recuperación", indicó el CDC en un comunicado.
jpe