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Con la presencia de investigadores, especialistas, académicos y estudiantes de instituciones nacionales y del extranjero, concluyeron en Querétaro los trabajos del 51 Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Entomología (SME).
La presidenta de la Sociedad Mexicana de Entomología, Martha Patricia Chaires Grijalva, informó que el objetivo principal de este congreso fue promover el intercambio científico y tecnológico entre investigadores de instituciones públicas y privadas dedicadas al estudio de la entomología y disciplinas afines.
“Nosotros buscamos reunir a todos los especialistas de entomología del país; se abordaron temas de importancia médica, agrícola y forestal en relación con los insectos que son considerados por el hombre como plaga; se presentaron algunos trabajos sobre diversidad para saber qué es lo que tenemos y cómo lo podemos aprovechar, además de mostrar los resultados de nuestras investigaciones y ver alternativas de soluciones a los problemas nacionales”, destacó.
Una de las temáticas más importantes fue la utilización de nuevas estrategias por parte de autoridades y centros de investigación para el monitoreo y control de vectores transmisores de enfermedades como el dengue, chikungunya y zika.
En ese sentido, el subdirector de Vectores del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Fabián Correa Morales, dio a conocer, a través de su ponencia Vigilancia entomológica en México, un sistema de detección temprana para la arbovirosis, las nuevas estrategias de los organismos de salud en el país, que se basan en el estudio del comportamiento de los mosquitos para prevenir brotes de estas enfermedades en la población.
“A partir de 2008 comenzamos a hacer cambios en nuestro programa de prevención y control; empezamos a ver la entomología como un eje rector que nos permitiera identificar el comportamiento de los vectores y su densidad poblacional en las localidades de riesgo —en las que solamente se entraba con el uso de plaguicidas—. Hoy trabajamos en un sistema de detección temprana que nos permita anticipar la transmisión del dengue, chikungunya y zika o de lo que venga, porque también tenemos la amenaza latente de la fiebre amarilla y otras arbovirosis”, puntualizó.
Correa Morales indicó que también se han establecido sistemas de información que incluyen plataformas de vigilancia epidemiológica y entomológica en línea, recolección de mosquitos adultos para su estudio y censos de densidad poblacional de vectores semanales en las localidades ya identificadas como zonas de riesgo.
“¿Qué se pretende con esta vigilancia anticipatoria? Se busca identificar características del vector antes de que llegue a la población y con esto observar si traen alguna carga de virus o serotipos y que se puedan tomar medidas para contener o anticipar algún contagio en la población humana”, enfatizó.
Una las estrategias implementada en lo referente al monitoreo entomológico, de acuerdo con el subdirector de Vectores del Cenaprece, fue trabajar con ovitrampas, que son dispositivos hechos con botes de plástico de color negro de un litro de capacidad, a los cuales se les pone agua y se recubren en el borde con papeletas de pellón o papel filtro, son utilizados para colectar huevos de vectores, realizar estudios sobre la población de mosquitos, analizar los riesgos entomológicos de transmisión y la medición del impacto de las fumigaciones.
“Se trata de un criadero artificial para medir la presencia del vector y su comportamiento. Colocamos un promedio de cuatro ovitrampas cada tres manzanas para abarcar el 15 por ciento de las localidades. Semanalmente los entomólogos recolectan los huevos que se adhirieron a la papeleta, con esta técnica, además de medir la densidad, podemos saber si fue efectiva la actividad de control a través de la nebulización espacial”, aseveró.
Fabián Correa Morales aseguró que son dos clases de mosquitos los que están involucrados directamente en la transmisión de dengue, chikungunya, zika y fiebre amarilla: el Aedes aegypti, que ya está distribuido en 30 entidades, y el Aedes albopictus, que va ganando terreno y ya está en la mitad del país, por lo que, dijo, es muy importante conocer, a través de la vigilancia entomológica, cómo se comporta el vector durante el día, a qué hora ovipone y hasta en qué momentos se alimenta.
“Hemos logrado avances importantes en ese sentido. Con este estudio de vigilancia entomológica ya ubicamos la presencia de Aedes aegypti en la Ciudad de México; se colectaron huevos en ovitrampas que instalamos en la Casa del Peregrino de la Basílica de Guadalupe, lo que nos dice que en algún momento del año el clima permitió la proliferación del vector. También en la zona limítrofe entre la Ciudad de México y el Estado de México, particularmente ciudad Nezahualcóyotl, donde detectamos la presencia deAedes albopictus en dos puntos de seis kilómetros, lo que nos muestra que ese vector está preparando terreno para proliferar de una manera importante y que se está adaptando a las condiciones climatológicas de esta zona metropolitana”, advirtió.
Actualmente, de acuerdo con el subdirector de Vectores del Cenaprese, se tienen instaladas 230 mil ovitrampas en todo el país, en 366 municipios y 712 localidades, lo que, dijo, les da una lectura semanal del comportamiento de los vectores y tomar decisiones con oportunidad.
jpe