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Algunos adolescentes tienen problemas de aprendizaje en la secundaria y en consecuencia, un bajo rendimiento escolar.
Generalmente estas dificultades las acarrean desde más pequeños, sin embargo, no se detectan a tiempo. En la Facultad de Psicología de la UNAM surgió el Programa Alcanzando el Éxito en Secundaria (PAES), que a través de herramientas de la psicología educativa brinda apoyo a estos jóvenes.
Uno de los puntos de partida del PAES es que estos jóvenes no han desarrollado de forma óptima las competencias cognoscitivas, afectivas y sociales necesarias para responder a las demandas escolares y no se sienten motivados para sacarlas adelante. Estas dificultades son visibles desde la academia en el ámbito de la lectura, el conocimiento matemático y en el aprendizaje de una segunda lengua.
La doctora Rosa del Carmen Flores Macías, investigadora integrante del PAES, señaló que el pensamiento matemático, por ejemplo, es inherente al desarrollo de las especies. Sin embargo, en lugar de enseñarles a los niños las matemáticas sobre la base de solucionar problemas según su contexto, las aprenden con muchos atajos y por lo general, apoyándose en la memorización de éstos.
“Lo que ocurre con los niños cuando llegan a la secundaria, si no han vivido de manera adecuada este proceso de vinculación entre los símbolos, los significados matemáticos y el contexto en donde tiene sentido todo ese articulado de conocimientos, es que piensan que las matemáticas son cosas arbitrarias”, puntualizó la universitaria.
Identificar el problema
Una de las labores de los investigadores que integran el PAES es trabajar con los adolescentes con dificultades de aprendizaje. Como primer reto tienen no ayudarles a resolver el problema, sino identificar el origen y soluciones.
“No solo es: salió mal. Tenemos que entender ese error, el cual tiene que ver con un significado que el niño le está asignando a las matemáticas. Si no comprendemos ese error, puede que le demos la solución correcta, pero a lo mejor lo confundimos más. En matemáticas es importante que antes de corregir el error el profesor entienda el origen del mismo desde la perspectiva del niño”, destacó la doctora Flores.
En este sentido, destacó la importancia de contar con recursos humanos capacitados que brinden este tipo de atención, además de que el trabajo que se realice con los adolescentes también debe incluir la participación de los padres y la escuela.
Agregó que el Estado tendría que dotar a la escuela de recursos para que ésta pudiera identificar a estos niños y jóvenes, y brindarles apoyo, tanto a ellos como a sus papás.
“Cuando los jóvenes llegan con nosotros los papás tienen la idea de que son rebeldes, tontos, de que a lo mejor es su culpa porque como no terminaron la primaria no les pueden explicar. Llegan muy frustrados y piensan que es responsabilidad de ellos y no es así. El sistema educativo tendría que hacer algo por los niños con un perfil de bajo rendimiento en matemáticas, en lectura y en escritura”, concluyó.
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
