Científicos de la Sociedad Senckenberg de ciencias naturales, en la ciudad alemana de Fráncfort, dieron a conocer hoy los resultados del análisis de un fósil de serpiente de unos 48 millones de años de antigüedad, en cuyo estómago hallaron una lagartija que a su vez albergaba en el suyo un escarabajo.
Los paleontólogos llegaron a la conclusión de que la lagartija, de unos 20 centímetros, se comió al escarabajo poco antes de ser engullido por la septiembre, de 103 centímetros de largo, hallada en el yacimiento fosilífero de Messel, en el centro de Alemania.
"Dado que el contenido gástrico es digerido de manera relativamente rápida y la lagartija se encuentra en muy buen estado de conservación, partimos de la base de que la serpiente murió entre uno y dos días después de haber ingerido alimentos y que se hundió en el lago Messel, donde pudo conservarse en su lecho", explicó el paleontólogo Krister Smith.
Según la Sociedad Senckenberg, en todo el mundo sólo existe un hallazgo similar a este del yacimiento de Messel.
jpe