El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió este miércoles de que ningún país es inmune al cambio climático e insistió en la importancia de cumplir con los compromisos suscritos en el Acuerdo de París.
Obama hizo estas declaraciones en la Conferencia de Líderes de las Islas del Pacífico, celebrada en Hawaii, segunda parada de una gira en defensa de su legado medioambiental que empezó este miércoles en Nevada (EU) y concluirá en China en la cumbre del G20.
"Ninguna nación, ni siquiera una tan poderosa como Estados Unidos, es inmune al cambio climático", advirtió el mandatario, al explicar que en Alaska los glaciares se están derritiendo a un ritmo "sin precedentes" y que el mar se está "tragando" a las aldeas.
"Mientras algunos miembros del Congreso de EU aún discuten si el cambio climático es real o no, muchos están planeando nuevos sitios para que viva nuestra gente. Kiribati ha comprado tierra en otro país porque algún día puede estar sumergido", agregó.
Por eso, dijo Obama, que durante sus casi ocho años en la Casa Blanca ha dedicado "gran parte del tiempo y las energías" a combatir el cambio climático, ahora que todavía "se está a tiempo".
Además de haber multiplicado la generación de energía eólica, solar y los puestos de trabajo relacionados con estas industrias, Obama presumió de ser el presidente que más tierra ha protegido en la historia de Estados Unidos.
Este jueves, de hecho, Obama visitará el Monumento Nacional Papahanaumokuakea, ubicado en Hawaii, cuya extensión multiplicó por cuatro la semana pasada creando así la mayor área marina protegida del mundo, con un millón y medio de kilómetros cuadrados.
"Debo decir que (el presidente) Teddy (Theodore) Roosevelt tiene el crédito por haber creado el sistema de Parques Nacionales, pero al incluirle un pedazo grande del océano Pacífico, hemos protegido más superficie que ningún otro presidente", expresó Obama.
jpe