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El Laboratorio de Sistemas Espaciales del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Boston, Estados Unidos, lleva a cabo una investigación para manejar de forma adecuada la basura espacial y evitar que se convierta en un problema de gran escala en el futuro.
En el marco de la última edición de TEDxMexicoCity, el investigador Álvaro Sáenz-Otero destacó que actualmente hay mucha basura en el espacio, por lo que urgió a hacer algo para reutilizarla.
“Tenemos que reciclar en el espacio y si no, cuando menos limpiar la basura que ya hemos generado allá y para eso tendremos que acoplarnos a ella, agarrar la basura espacial y jalarla, recolectarla y hacer algo con ella”, expuso.
El especialista dijo que un segundo reto consiste en saber lo que va a suceder con la estación espacial actual, sólo durará 10 o 20 años más.
“Asimismo, ya no hay transbordador, ya no hay naves para construir otra como se construyó la primera”, señaló en un comunicado de la agencia informativa del Conacyt.
Ante este panorama, dijo que si logran construir otra estación espacial a través de robótica, será mucho más barato que mandar humanos a ensamblarla allá.
“Yo quiero humanos en el espacio, yo deseo ser astronauta, y es necesario el humano allá sencillamente porque el humano piensa”, expresó.
Consideró no obstante que sería mucho más efectivo construir cosas en la Tierra, enviarlas a través de robots al espacio, que ellos se encarguen de ensamblarla “y una vez que esté lista la estación, el ser humano viajaría a usarla”.
De esta manera, apuntó, si se construye la estación, esa misma tecnología usada sería esencial para limpiar la basura espacial.
Sáenz-Otero explicó que dicha tecnología puede ser aplicada en diferentes formas, una de ellas enviando dispositivos que se acoplen a cada pieza de basura y que tras hacerlo, ambas se desplomen hacia la Tierra y se quemen al entrar en la atmósfera, lo que representaría recolectar pieza por pieza.
Otra opción viable radica en una especie de red, similar a la que usan los pescadores, y aunque en apariencia se trata de una solución más fácil, el reto radica en la gran cantidad de basura espacial existente, especificó.
“Tendrías una nave pequeña recolectando una cantidad de basura tan grande que definitivamente la supera en tamaño, convirtiéndola en una carga difícil de manipular”, admitió.
El investigador señaló que una tercera opción consiste en rociar una especie de polvo en el espacio para que cada vez que la basura pase a través de él, los desechos disminuyan su velocidad hasta que sea tan baja que termine por descender.
kal