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Los astrónomos en el mundo buscan determinar con precisión cuál es la abundancia de los distintos elementos químicos presentes en las nebulosas planetarias, con el fin de entender cómo se modificaron los gases de la Vía Láctea.
La investigadora del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Silvia Torres Castilleja, dedica parte importante de su trabajo a profundizar en esta línea de investigación y aunque logró algunos avances, aún no obtiene una respuesta concluyente.
“Lo que sí hay es una considerable polémica alrededor de este tema, en el que se define a una nebulosa planetaria, como una nube de gas y polvo en el espacio que rodea a una estrella, específicamente lo que queda de ella”, dijo la científica.
La importancia del estudio de los gases de las nebulosas radica en que estos guardan información de los gases que dieron origen y formación a la estrella primaria, explica un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Y aunque los astrónomos ya comprenden cómo funciona una nebulosa y que estos gases dan origen al nacimiento de nuevas estrellas, aún desconocen los detalles, como la cantidad de gas y las diferencias de los gases que expulsan.
Para determinar los cambios que sufrió el gas en nuestra galaxia es necesario como primer paso medirlo a través de la espectrografía óptica, técnica que permite que cada elemento químico se pueda identificar con un color, detalla Torres Castilleja.
Menciona que si se observa luz verde se debe a la presencia de oxígeno, y si es roja a la de hidrógeno y nitrógeno.
Si se mide la composición química del medio interestelar y se compara con la del Sol, se puede estimar si el material del que se formó la estrella original estuvo sujeto a más o menos pasos en el interior de varias generaciones de estrellas, dijo la científica.
Las mediciones de los gases que se realizan se concentran en una base de datos y al momento de leerlos se observa algo parecido a la representación gráfica de un electrocardiograma, unas líneas más altas que otras en diferentes frecuencias, puntualiza.
“Hay un problema al momento de determinar la composición química de las nebulosas planetarias, existe una discrepancia para definir la abundancia de los gases a partir de la interpretación que se está haciendo, del brillo de las líneas intensas, líneas prohibidas, y de las líneas más pequeñas y débiles, de recombinación”, dijo.
“Los astrónomos tenemos datos con una diferencia de abundancia de los mismos espectros, de la misma zona y región, y esa desigualdad es la queremos entender para saber cuáles datos son los correctos y a qué se debe esa disimilitud”, añadió.
Aunque se podría decir que las estrellas contaminan el gas, en realidad lo que hacen es enriquecerlo y lo modifican, detalles que los investigadores tratan de comprender, pues las nebulosas planetarias tienen información clave sobre el universo.
kal